La Casa Tosquella es una joya arquitectónica de Barcelona. Aunque está considerado monumento histórico y Bé Cultural d'Interès Nacional (BCIN) por la Generalitat, el edificio lleva años abandonado y ahora está a la venta en Idealista por 1,4 millones de euros [ver aquí el anuncio]. No es la primera vez que sucede. Hace dos años se intentó traspasar en el portal Wallapop, especializado en objetos de segunda mano.
La finca, situada en la confluencia de la ronda de General Mitre con las calles de Ballester y Vallirana, en el barrio de El Putxet i el Farró del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, fue un encargo del comerciante Antoni Tosquella –a su regreso de la colonización de América– al maestro de obras Juan Caballé, como casa de veraneo, en 1889. Casi dos décadas después, la Casa Tosquella fue reformada por completo por el arquitecto Eduard M. Balcells i Buigas, entre 1906 y 1907, que era sobrino de Gaietà Buigas, el autor del monumento a Colón.
PROTEGIDA EN 1974 POR LA DIPUTACIÓ
La Casa Tosquella combina elementos modernistas con otros de arabizantes, como los arcos de herradura. Como recordaba la periodista Imma Santos hace unos días en Metrópoli Abierta, y pese a su estado de abandono, el inmueble es rico en decoración en las barandillas, ventanas y forja, y en lo que queda de las vidrieras.
En 1974, la finca estuvo a punto de desaparecer. En aquellos años de especulación urbanística y escaso control de las administraciones –tampoco es que la gestión haya mejorado en exceso con los años–, la Casa Tosquella era un caramelo para los constructores más desaprensivos. Maria Dolors Castells, descendiente de Tosquella, logró que la Diputació protegiera la finca, lo que la enemistó con la parte de la familia que quería vender.
ASEDIADA POR OKUPAS
La mujer vivió, al menos, tres años asediada por okupas que se habían instalado en una parte anexa de la casa. En una entrevista en La Vanguardia en 2012 relataba que no se iba a dormir hasta las 06.00h para vigilarlos. El entonces concejal de Sarrià-Sant Gervasi, Joan Puigdollers, explicaba que el Ayuntamiento era plenamente consciente de la situación y de la degradación de la casa y que se había requerido en distintas ocasiones a la propiedad –por aquel entonces la sobrina de Maria Dolors– para que la reparara. El consistorio aseguraba haber interpuesto también alguna sanción.
Ahora, la Casa Tosquella lleva años vacía y abandonada. La restauración de los estucados, forjas, vidrieras y otros elementos decorativos de la casa cuesta una millonada y no parece que la propiedad los vaya a acometer. Al tratarse de un edificio catalogado, Ayuntamiento y Generalitat pueden ejercer el derecho de tanteo y retracto y quedarse el edificio.
EL AYUNTAMIENTO NO CONCRETA NADA
En 2019, cuando estaba a la venta en Wallapop, el consistorio sopesó la compra. Se hicieron visitas y se elaboraron informes para valorar su reconversión en un equipamiento público. Ahora, fuentes municipales se limitan a decir que el Ayuntamiento dispone de recursos para aumentar el patrimonio de la ciudad y adquirir edificios singulares, y estudiará, de acuerdo con los distritos, las propuestas que pueden ser de interés.
Si finalmente se traspasa, el nuevo propietario debe saber que el hecho de que sea un Bé Cultural d'Interès Nacional (BCIN) limita las reformas, lo que se puede y no se puede hacer. No todo vale. O, al menos, debería ser así.