Al sector de la limpieza y recogida de basuras de Barcelona le crecen los enanos. A la huelga convocada por UGT para los días de Navidad, que busca desencallar las negociaciones de un nuevo convenio laboral que no contempla subidas salariales, se suman ahora las quejas por las condiciones de trabajo de los operarios de gestión de los residuos en el distrito de Sarrià - Sant Gervasi.
Se trata de una recogida 'a la carta' y, según informa a Metrópoli el sindicato PROU, adaptada a gusto de los vecinos, que se han visto contrariados por el ruido que hacen los camiones de recogida de basuras que realizan su ruta en el 'Porta a Porta'. Decididos a tomar cartas en el asunto, interpusieron quejas al Ayuntamiento de Barcelona.
Basura en furgonetas
Este remitió las reclamaciones a la empresa, que elaboró una respuesta acorde: ha dejado de hacer la ruta con los camiones y ha apostado por furgonetas de caja abierta, según el sindicato.
Los trabajadores hacen la ruta cargando las bolsas de basura en estos vehículos. Luego, las llevan hasta el descampado aledaño al colegio Betània, en el vecino barrio de Pedralbes (Les Corts). Allí, se descarga manualmente las furgonetas y se carga manualmente el camión de basuras.
"Es una forma de trabajar prehistórica que supone que los trabajadores se ensucien y que trabajen con menos seguridad. El operario no debe manipular manualmente los residuos, que pueden ser desde plásticos hasta cristales e incluso agentes biológicos, como desechos de personas que estén enfermas. Los trabajadores se exponen a un cierto peligro de contagio", critican.
Falta de seguridad laboral
"Con esta decisión, la empresa está ignorando deliberadamente la seguridad laboral de la plantilla. CLD compró unos vehículos para el servicio cuyas características no son las idóneas y la presión recae sobre el trabajador", aseveran.
Así las cosas, el sindicato ha anunciado que pondrá la cuestión en manos de Inspección del Trabajo, para que decida si se "está cumpliendo con las condiciones de salubridad y seguridad de cara al trabajador, que entendemos que no".
Valoran también que corresponde a la adjudicataria "velar por la salud de la plantilla y poner medios para ello. Existe una maquinaria específica para realizar estas labores. Al no hacerlo, entendemos que se está incumpliendo la ley. Los operarios no podemos manipular la basura", insisten.
Fuentes municipales explican, preguntadas por Metrópoli, que el 'Porta a Porta' se hace con los dos tipos de vehículos mencionados --los dos homologados--: el camión compactador y el camión de caja abierta. Este último se utiliza "en las calles más estrechas y no prensan los residuos, lo que permite evitar ruidos en los espacios más densos".
Se trata de un sistema "que se implantó hace año y medio de acuerdo con los vecinos, la empresa y el mismo Ayuntamiento como medida para evitar el ruido". Este sistema "está validado por los equipos técnicos del Ayuntamiento y por el servicio de prevención de riesgos laborales de la empresa concesionaria".
A la edición de este artículo, CLD, la empresa adjudicataria, no ha dado respuesta a las preguntas formuladas por este digital.