Ha empezado en la Audiencia de Barcelona el juicio al presunto violador del Eixample, acusado de cometer cinco agresiones sexuales en la ciudad de Barcelona.
El acusado se enfrenta a una pena de 90 años de cárcel, que es la petición que realiza el fiscal habida cuenta de las pruebas presentadas ante el juez. Según la fiscalía, el acusado asaltaba a sus víctimas en el portal de su casa y las agredía tras amenazarlas con algún objeto cortante, como una navaja o un destornillador. Con este método, el acusado presuntamente cometió cinco agresiones sexualas en el barrio del Eixample antes de ser detenido por los mossos cuando intentaba agredir a otra mujer.
El modus operandi del presunto agresor sexual era siempre el mismo. Según los mossos, se desplazaba desde la localidad en la que tenía fijada su residencia, Molins de Rei, dejaba el coche en las inmediaciones de la plaza de Espanya y de allí se dirigía a la plaza Universitat. Esperaba a que empezasen a cerrar los locales de ocio nocturno para escoger a sus víctimas, mujeres que regresaban solas a sus casa. Las seguía a cierta distancia, aprovechado el mobiliario urbano para esconderse, y cuando entraban en su portal, se abalanzaba sobre ellas, las amenazaba con un arma punzante y las agredía sexualmente.
Tras varias denuncias, los mossos establecieron un método de actuación del conocido como 'violador del eixample' y delimitaron la zona en la que actuaba. Tras varios operativos, los mossos lograron detenerlo cuando intentó una nueva agresión sexual, aunque no logró llevarla a cabo ya que su víctima logró zafarse y meterse en el ascensor.
Posteriormente, las pruebas llevadas a cabo demostraron que el ADN del presunto violador coincidía con una agresión sexual que se producjo en 2004 en Barcelona. Además, el presunto agresor cuenta con antecedentes policiales por este tipo de delitos por una agresión en Jaén en 2014 y otra en Sant Boi en 2004.