Condenado a ocho años por agresión sexual a un menor

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 8 años de cárcel por agresión sexual a Jaime Riera, de 48 años, reincidente en este tipo de delitos sexuales. Además, le ha condenado a indemnizar a su víctima con más de 5.000 euros.

Los hechos ocurrieron en el barrio de Sarrià en 2016, cuando el agresor abordó a un niño de 10 años en la calle y, a base de engaños, le acompañó hasta su casa. Cuando entraron en el portal, el ahora condenado intentó abusar del niño introduciendo la mano en el interior de su ropa. El chaval logró escapar del agresor y entrar en su casa.

Tras explicarle lo sucedido amsu padre, el menor fue trasladado a un centro médico en el que le diagnosticaron una serie de lesiones, ninguna de demasiada consideración, aunque tardaron unos dìas en curarse.

Se da la circunstancia de que en aquellas fechas, Jaime Riera estaba en libertad vigilada tras cumplir parte de una condena anterior también por un delito sexual cometido en 2012. En ese periodo de tiempo de libertad vigilada, el agresor debía llevar un dispositivo GPS que permitiera tenerle siempre vigilado. Sin embargo, según se hace constar en la sentencia, durante más de 20 días el dispositivo de vigilancia dejó de funcionar ya que se le agotó la batería, sin que ninguna de las personas encargadas de la vigilancia se percatara de la situación. Durante ese tiempo, el agresor gozó de libertad de movimientos.

Además, según un informe de los servicios penitenciarios, el condenado tenia un alto riesgo de reiteración delictiva ya que se había negado a realizar un programa de tratamiento de reeducación sexual y presentaba signos de pedofilia, al haber sido condenado en varias ocasiones por delitos de abusos de menores.

Por ello, en la sentencia el juez considera a la Generalitat responsable civil subsidiario ya que era el Servei de Medi Obert de la Direcció General de Serveis Penitenciaris de la Conselleria de Justicia el encargado de mantener la vigilancia sobre el agresor y no comunicó a la autoridad judicial ninguna incidencia.