Una operación contra el tráfico de drogas llevada a cabo por la Guardia Civil ha permitido desmantelar una presunta organización criminal que en los últimos años ha introducido en Europa más de 10 toneladas de cocaína a través del puerto de Barcelona.

En la operación, que se ha llamado Pórtico, la Guardia Civil ha detenido a 14 personas, se ha incautado de 470.000 euros en metálico, de 30 vehículos de alta gama y de 44 propiedades inmobiliarias valoradas en 25 millones de euros, entre las que se encuentran viviendas, plazas de garaje, dos aparcamientos en el centro de Barcelona y un hotel en la localidad de Pineda de Mar. También se han bloqueado 128 cuentas bancarias y se han incautado armas simuladas, relojes de lujo y diamantes.

Además, el instituto armado ha decomisado cantidades diversas de diferentes sustancias estupefacientes, como dos kilos y 40 plantas de marihuana, 200 gramos de cocaína, 100 gramos de hachís y diferentes utensilios para manipulación de la droga.

El grupo introducía la droga, procedente de Sudamérica, a través del puerto de Barcelona y se aseguraba de que las sustancias llegasen a los centros de distribución. Según la investigación de la Guardia Civil, contaban para ello con la complicidad de estibadores, personal de seguridad y trabajadores de la terminal de contenedores del puerto.

La relación de organizaciones de otros países ha obligado a la policía española a coordinarse con las policía se otros países, tanto europeos como sudamericanos, debido a las extraordinarias medidas de seguridad que los miembros de la organización adoptaban.

En la operación se ha detenido al presunto cabecilla de la organización, que responde a las iniciales M.M.R., y que, según los investigadores, procede de una familia que se dedica a la venta ambulante, y que ha ocultado su enorme fortuna en propiedades inmobiliarias que ha ido poniendo a nombre de testaferros y que intentado ocultar en un complejo entramado empresarial con el que ha blanqueado millones de euros.

Entre los detenidos se encuentran miembros de los 'Casuals', una de las peñas de seguidores radicales del FC Barcelona. Uno de los detenidos, identificado con las iniciales A.T.A., es uno de los presuntos lugartenientes de la organización, y ha sido relacionado por las fuerzas del orden con el encargo de propinar una paliza a un expresidente del club azulgrana. Además, es la persona encargada, según las investigaciones, de imponer, si era necesario, los criterios de la organización aunque para ello fuera necesario el uso de la violencia, y estaba en contacto con grupos de origen ruso expertos en ajustes de cuentas o en cobrar servicios pendientes de pago.

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