Mientras la policía y la empresa TRAM siguen investigando las causas del siniestro, la conductora del tranvía que el miércoles sufrió un accidente en la estación de Sant Adrià "evoluciona favorablemente" en el hospital del Vall d'Hebrón, donde fue ingresada para ser atendida de varios politraumatismos y después de que su estado pasara a ser "menos grave". 

El accidente, que causó cuatro heridos, ocurrió cuando el tranvía no frenó al llegar al final de la línea T4 del Trambesòs y chocó contra el tope en el que concluye la vía. Otros tres viajeros padecieron lesiones de carácter leve, aunque todos ellos ya han recibido el alta médica.

LA CAJA NEGRA

La empresa TRAM continúa la investigación para determinar las causas del siniestro, centrándose en analizar si los frenos del convoy funcionaron correctamente. Para ello, sus técnicos trabajan en la recuperación de la información de la caja negra del tranvía, que ofrecerá más información de lo que pudo acontecer.



De momento, la empresa "no descarta errores mecánicos ni humanos", mientras los Mossos d'Esquadra han iniciado también una investigación oficial del accidente y están pendientes de conocer la versión de la conductora del tranvía, que todavía no ha podido declarar a causa de sus heridas (fracturas en las extremidades inferiores, traumatismo facial y traumatismo torácico).

SISTEMA DE FRENADA

Según declaraciones de algunos compañeros, se trata de una conductora de 41 años, con varios años de oficio y a la que difícilmente se le podría acusar de inexperta. Eso descartaría, en principio, un error humano.

Imagen del interior del tranvía accidentado / HUGO FERNÁNDEZ



Ante la posibilidad de que la conductora hubiese sufrido un desfallecimiento, lo que aducen los técnicos es que, de haber sido así, el tranvía se habría frenado automáticamente, ya que dispone de un sistema que acciona los frenos si el conductor no toca un botón de seguridad cada diez segundos.

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