La policía ha iniciado una operación conjunta para acabar con el dilema de los narcopisos en el barrio del Raval. No se trata de la primera redada, la droga circula por la zona y se consume en los citados narcopisos desde hace demasiados años. Los vecinos han pedido en innumerables ocasiones que el Ayuntamiento de Barcelona aplique soluciones definitivas.
Sobre las 19:50 horas de este lunes, Mossos d'Esquadra y Guàrdia Urbana se han unido en una operación conjunta para registrar cuatro narcopisos. Según han confirmado fuentes policiales a este medio, los narcopisos a los que había entrado la policía, estarían situados en la calle de la Reina Amàlia, concretamente en el número 5. Están a tan solo un cuarto de hora de los que registraron el pasado 15 de febrero, por lo que podrían estar relacionados.
A diferencia de los pisos a los que entraron hace una semana, y que denominaron como puntos de venta, según los Mossos d'Esquadra estos si que se tratarían de narcopisos en el sentido en que se conoce este fenómeno. La Unidad de Investigación de los Mossos de la comissaria de Ciutat Vella ha confirmado que en los pisos se distribuían drogas de todo tipo, principalmente heroína y cocaína.
La operación ha finalizado cuando los agentes policiales han intervenido importantes cantidades de droga y dinero y han detenido a uno de los máximos responsables de la red de narcopisos, un hombre de nacionalidad paquistaní. En el momento de la entrada policial, se han identificado a cuatro personas que intentavan uir por los patios interiores. El dispositivo continúa abierto y no se descartan nuevas detenciones relacionadas con la investigación.
La investigación se inició hace semanas cuando los Mossos d'Esquadra descubrieron que estos pisos estaban ocupados de manera ilegal y se habían convertido en puntos de venta para toxicómanos que acudían diariamente. Cuando se les dio la orden, se inició un dispositivo de vigilancias para contrarrestar las diferentes informaciones y para iniciar un análisis.
El desenlace ha sido posible gracias a los agentes policiales y a las diferentes asociaciones vecinales y de comerciantes del distrito que contribuyen en la lucha contra este fenómeno. Ahora que los pisos han sido vaciados, se librarán de nuevo a sus dueños legítimos o quedarán clausurados policialmente.