Un nuevo escándalo sexual azota a una orden religioso, en este caso a la orden de los Capuchinos. En esta ocasión, un anciano de 77 años ha denunciado que sufrió abusos sexuales en la década de 1950 en el centro Colegio Escolanía de Pompeia, que cerró sus puertas en 1977.
Según la denuncia, los abusos los llevó a cabo el director del centro desde 1939 hasta 1957, fray Josep Maria de Vera, que en ocasiones le obligaba a meter su bajo bajos sus hábitos y masturbarle. El anciano ha asegurado que los abusos se produjeron durante cinco años y que a día de hoy todavía no le dejan dormir.
CONDENA Y VERGÜENZA
Desde la orden religiosa se ha reaccionado de inmediato y el provincial de la congregación para Cataluña y Baleares, fray Eduard Rey, ha mostrado su condena y vergüenza por lo ocurrido. En un comunicado ha asegurado que “ni que sea un caso de hace 70 años y de una escuela que cerró hace 50, nos deja avergonzados y dolidos saber que un fraile había hecho cosas de esta envergadura. Pero el testimonio nos presenta a alguien que, desde la apariencia de un hombre religioso, había perdido el respeto por el otro”.
Tras asegurar que no queda ningún fraile de los que en aquellos años formaban la comunidad, el provincial ha reconocido que lo que cuenta la víctima cuadra con los pocos datos que se disponen de cuando dejó de ser director y fue trasladado a Tarragona en 1957, pero que "las deliberaciones previas o las razones del traslado" no las tienen por escrito ni queda ninguno de los frailes que participaron en la decisión.
MÁS INFORMACIÓN
Además, los capuchinos se han comprometido a hacer todas las averiguaciones que puedan sobre este caso, por lo que han hecho un llamamiento a cualquier persona que puede tener mas información para que se la facilite.
También ha afirmado que el compromiso de la orden con la infancia es máximo y que disponen de un protocolo de protección de menores: “Cuando unos padres nos confían a sus hijos, ni que sea para una hora de catequesis, lo tenemos que vivir como una cosa sagrada”.