La Guardia Urbana ha llevado a cabo un dispositivo de control y concienciación de usuarios de vehículos de movilidad personal (VMP) tras detectar un incremento en el número de infracciones en determinados puntos de la ciudad.
En concreto, la policía de Barcelona ha comprobado que en el barrio de Gràcia se han disparado las infracciones en patinete eléctrico conducidos por ciudadanos y turistas de la capital catalana.
Durante la semana pasada se realizaron 125 denuncias, una de las cuales fue al conductor de un vehículo eléctrico que conducía en estado ebrio.
El dispositivo, que se realizó en diferentes puntos del distrito, también se saldó con la inmovilización y el traslado al depósito de 12 VMP de empresas que no disponían de la licencia municipal para operar en Barcelona.
En 2018 la Guardia Urbana puso más de 3.000 multas por el mal uso de patinetes eléctricos, la mayoría por no llevar casco y circular por la acera o fuera de los carriles específicos para bicicletas.