El pasado 29 de noviembre, unos 700 agentes de los Mossos d'Esquadra ocuparon el barrio de Sant Roc de Badalona en uno de los macrooperativos antidroga más importantes que se recuerdan en esta zona y que terminó con la detención de 15 personas, 28 en total en diferentes municipios. Los vecinos aplauden el operativo en un vecindario castigado por la delincuencia donde el tráfico de drogas convive con los robos violentos en la calle y drogadictos que consumen a plena luz del día.
"Aquí hay mucha mierda, había que limpiar", explica un vecino, que prefiere mantener el anonimato. Este hombre, de 72 años, que emigró de Cuenca hace 30 años, no reconoce su barrio. "Aquí se vivía bien. Llevabas la cartera, que podía asomar por el pantalón y nadie te la quitaba. Ahora hay mucha delincuencia", denuncia.
ROBOS DIARIOS
A Estrella (80 años) le cuesta salir de casa. "Vivimos con miedo", relata a los pies de su edificio junto con Luís, su marido, de 82 años. Este matrimonio se instaló en el barrio hace medio siglo, cuando el paisaje del barrio distaba mucho al actual. "Los gitanos de la época freían pescado en la calle y se generaba un buen ambiente. Ahora se ha convertido en un barrio muy malo", lamenta.
Hace un año, un joven que se acercó a Estrella para pedirle la hora, le arrancó el medallón de oro que le regaló su marido tras cumplir 50 años de matrimonio. En otra ocasión, le robaron la cartera y, hace unos meses, los vecinos de su bloque impidieron juntos un robo en uno de los pisos.
EL EFECTO BARCELONA
El responsable de la División de Investigación Criminal (DIC) de los mossos, Toni Rodríguez, relataba este jueves como Sant Roc se ha beneficiado en los últimos meses de otras redadas antidroga como las de Barcelona. "Creemos que ha favorecido al clan", señalaba. Los operativos policiales en una zona provocan el traslado de estas redes de narcotraficantes a otros lugares y, con ellas, los consumidores que la compran.
"Aquí siempre ha habido droga", explica Pedro Rodríguez, de 65 años, rodeado de dos amigos. Este vecino señala que los robos en la calle han aumentado en los últimos años. "Ya no puedes ir solo por la calle al anochecer", añade.
CONSUMO BAJO LA MERIDIANA
María (48 años) se encarga del bar de la asociación de vecinos. Cree que la redada en el barrio de la Mina de 2018 provocó un aumento del consumo de drogas en Sant Roc. Bajo la avenida Meridiana, en la avenida del Maresme, se encuentra uno de los lugares preferidos para los consumidores de heroína que aprovechan la escasa intimidad que permiten las largas hileras de coches aparcados. "Son como fantasmas", describe.
Las denuncias por narcotráfico son inexistentes en Sant Roc. "Los gitanos no nos denunciamos, mientras no nos molesten, que cada uno haga lo que quiera", explica esta mujer que, sin embargo, denuncia el aumento de robos con violencia. "Ya no respetan nada. El otro día golpearon a un hombre que iba en silla de ruedas y le robaron el móvil", asegura.
"SI PUDIERA, ME LARGARÍA"
Estrella empuja el carro de la compra y ayuda a su marido que anda con dificultades. "Si pudiésemos, nos largaríamos", afirma. Coincide con Estrella el vecino emigrante de Cuenca. "Si no fuera por mi mujer que nació aquí, me iría a mi pueblo", sentencia.
Los Mossos están convencidos de que han descabezado la banda de narcotraficantes. El operativo, aseguran, "contribuirá enormemente a la convivencia ciudadana". Colectivos vecinales y otros actores de la zona han agradecido al cuerpo el ingente trabajo policial de un año que el viernes culminó con la redada donde se incautaron 59 kilogramos de cocaína, 17 kilogramos de marihuana y decenas de armas.