Persiste la inseguridad en Barcelona. Lo reflejan los últimos datos de los Mossos d'Esquadra, que apuntan a un aumento del 2,9% durante el 2019. Los hurtos y los robos con violencia son los crímenes que más se repiten en la ciudad condal. A pesar de los malos datos, la policía autonómica apunta al descenso del 3,5% de la delincuencia en los últimos meses.
El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, ha ha resaltado este lunes que hasta la activación en julio de un plan estratégico de seguridad en la capital catalana el aumento era del 7,7%. Tras poner en marcha este plan, la delincuencia ha descendido, destacan los últimos datos de los mossos.
Sallent ha comparecido ante los medios junto al conseller de Interior, Miquel Buch y el director general de Mossos, Pere Ferrer, después de una reunión plenaria del plan estratégico Barcelona Ciutat Segura, activado el 29 de julio para combatir el aumento de la criminalidad en la ciudad.
Buch ha destacado que se trata de la segunda reunión del plan –que incluye a representantes del Ayuntamiento, empresas de seguridad, asociaciones turísticas, gremios hoteleros y comerciales, entre otros– y que han tratado de frenar la inseguridad "contando con la gente que forma parte de la dinámica" de Barcelona. Para Sallent es una nueva forma de trabajar la seguridad, con todos los agentes implicados y apostando por la corresponsabilidad, y ha asegurado que los resultados son favorables y que están "reconduciendo la situación".
'BARCELONA ES UNA CIUDAD SEGURA'
Sallent ha afirmado que Barcelona "es una ciudad segura" y que han gestionado una situación de crecimiento del delito dentro de unos parámetros bajos en relación con el contexto europeo, y ha valorado muy positivamente los resultados del plan. Ha destacado la importancia del "despliegue de efectivos en la ciudad de Barcelona en dos fases", con 167 mossos de prácticas durante el verano y la incorporación definitiva de 384 efectivos a finales de septiembre, y ha asegurado que los agentes han incrementado el tiempo que dedican a la prevención.
El comisario jefe ha detallado que cada día han sido "capaces de sacar un 20% más de patrullas" en las calles barcelonesas y que, si antes de aplicar el plan las detenciones crecieron un 21,6%, después del plan el incremento en los arrestos fue del 6,4%. Además, las identificaciones crecieron un 11,1%, al dejar de ser reactivos y centrarse en la prevención.
"La policía se ha situado por delante del delito", ha valorado el comisario jefe, que ha resaltado que se ha pasado de tener mucha actividad de reacción a los delitos, a un incremento del tiempo de prevención. Los delitos que generan más inseguridad son los hurtos se redujeron un 1,2% el año pasado, pese a que venían de un incremento del 6,4%, y que los robos con violencia e intimidación cerraron 2019 con un crecimiento del 19%, tras haber llegado a registrar una subida del 31%.
PROPUESTAS
Ferrer ha explicado que han trabajado con diferentes actores de la ciudad, y que tienen una "visión muy transversal" de la seguridad en Barcelona, y ha detallado que los hurtos representan cerca del 60% de los hechos denunciados y los robos con violencia o intimidación un 10%, aunque estos últimos generan una percepción de inseguridad mayor.
Comisaría de los Mossos d'Esquadra de Ciutat Vella, en el Raval, este jueves / G.A
La comisaría del Raval acumula a diario colas para poner denuncias / G.A
Los distritos de Ciutat Vella y el Eixample concentraron un 70% de los hurtos de Barcelona y un 50% aproximadamente de los robos con violencia, y los turistas están entre los colectivos más afectados. La comisaría del Raval registra largas colas por las numerosas denuncias de ciudadanos, la mayoría por hurtos, que se pueden prolongar hasta las tres horas.
El plan Barcelona Ciutat Segura también cuenta con una propuesta de 22 acciones, entre las que están la actualización de la ordenanza de civismo, revisar la normativa sobre videovigilancia para adaptarla a las nuevas capacidades tecnológicas, e impulsar modificaciones en el Código Penal para prevenir la reincidencia, especialmente en hurtos y robos.
Sobre la videovigilancia, Ferrer ha explicado que la legislación vigente es de hace 25 años, cuando las cámaras eran fijas y no tenían funciones como el reconocimiento de matrículas, por lo que la normativa "no contempla todas las opciones que están en el mercado".