El móvil hallado en la celda de la cárcel Wad-Ras de Rosa Peral, acusada de matar a su novio Pedro Rodríguez, no podrá ser utilizado como prueba en el juicio que ha arrancado este lunes en la Audiencia de Barcelona y en el que también se juzga a su exnovio Albert López del crimen. Los funcionarios de la prisión encontraron el dispositivo escondido en el cubo de la ropa sucia.
El abogado de López, José Luis Bravo, había pedido a la sala incluir la prueba por su supuesta relevancia, pero el magistrado lo ha rechazado argumentando que, en todo caso, se trata de una infracción administrativa, que no guarda relación con los hechos, y que deberá ser la cárcel la que imponga la sanción determinada.
'NO QUIERO CONFUNDIR AL JURADO'
“No voy a consentir que se traigan hechos que acontecen a otro tiempo y que no tienen vinculación con los hechos que se juzgan. No quiero confundir al jurado”, ha afirmado el magistrado. La abogada de Peral, Olga Arderiu, se oponía, también, a esta prueba y a señalado que el celular encontrado era de la compañera de celda de su cliente.
El juez tampoco ha admitido como prueba una serie de imágenes en las que se ve a Peral sacando la lengua. saca la lengua pocos días después del crimen. La letrada de la expolicía pretendía argumentar que se trata de un gesto que la acusada realiza a menudo cuando es fotografiada, incluso cuando está nerviosa.
Peral y López se sientan esta mañana en el banquillo de los acusados, a unos dos metros de distancia entre ellos. Durante la vista de hoy, han evitado mirarse a la cara.