Delante del jurado y con el objetivo de reforzar el relato de su hija, acusada de asesinato y que se enfrenta a 25 años de cárcel, el padre de Rosa Peral ha cambiado de versión. Durante la investigación, dijo a los Mossos d'Esquadra que un día después del crimen vio a Pedro Rodríguez en casa de Peral, su novia en ese momento. Este martes, en el segundo día del conocido como juicio del crimen de la Guardia Urbana, el padre se ha desdicho.

El hombre ha explicado ante los nueve miembros del jurado que se "equivocó" y ha negado que su hija le pidiera que "mintiera". "Yo pensaba que era Pedro", ha sostenido este martes sobre la persona que vio en el domicilio de Peral el día después del crimen antes de especificar que fue más tarde, cuando preguntó a su hija, que ésta le dijo que se trataba de un vecino.

RELACIÓN 'ESTRECHA' CON LA VÍCTIMA

Según el padre, el día que Pedro fue asesinado lo habían pasado en familia en casa de la víctima, con quien mantenía una relación "muy estrecha". Al día siguiente, ha continuado, se acercó a casa de Rosa para llevarse a las nietas al parque, pero al constatar que Pedro no se encontraba en la vivienda, Rosa le explicó que "se había enfadado y se había ido".



De acuerdo con su versión, esta fue la última vez que supo de Pedro, de cuya muerte se enteró, ha dicho, por una compañera de trabajo de Rosa. Sin embargo, ha negado tajantemente haber hablado con su hija sobre el fallecimiento de Pedro, incluso después de conocer que había aparecido su coche calcinado con un cadáver dentro: "No me metía en su vida matrimonial", ha asegurado.

EL COCHE DE ALBERT

En la misma línea, también ha afirmado que no detectó ningún comportamiento diferente en la acusada las horas posteriores al homicidio, ni tampoco heridas o rasguños. El único detalle que le llamó la atención la noche del crimen fue un coche rojo aparcado en la puerta de Rosa que "aceleraba" de una forma "extraña", el mismo vehículo que vio de nuevo el día 4 de mayo.



El padre ha indicado también que esa noche, después de haber estado en el parque por la mañana con sus nietas, Rosa le pidió que hiciera de canguro de las niñas y se marchó en el mismo coche rojo que había visto dos días atrás. Fue únicamente a posteriori, ha aseverado, cuando supo que el vehículo BMW rojo pertenecía a Albert López, el otro acusado del asesinato de Pedro y al que ha garantizado que no ha visto jamás: "Ahora es la primera vez que lo estoy viendo".

De hecho, a preguntas de las acusaciones y del jurado sólo ha matizado que supo de este dato "por otras circunstancias", pero no ha aclarado quién fue la persona que le dijo que el coche era del acusado.

EL JUEZ TUMBA UN TESTIGO CLAVE

El juicio en la Audiencia de Barcelona ha vivido un enfrentamiento entre el fiscal Félix Martin y el magistrado-presidente del Tribunal del Jurado por la presencia de un testigo clave, el de la pareja del exmarido de Peral. Una de las hijas de Peral, divorciada de Rubén, un mosso d'esquadra, relató a la pareja de Rubén que ese día vio a su madre ensangrentada por lo que implicaba directamente a la acusada.

Sin embargo, el juez ha impedido que esta mujer declarara para explicar lo que le había dicho la hija Peral argumentando que es un testigo de referencia. El magistrado ha señalado que el testigo directo es la niña y que podría haber declarado, perfectamente asistida y con el asesoramiento de los psicólogos. "Lo que no puede hacer la señora Antonia es decir lo que la niña dijo", ha dicho el juez. El fiscal ha recordado que el juez admitió la prueba y el magistrado lo ha reconocido, pero que lo hizo porque pensaba que haría preguntas diferentes.

 

 

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