La llegada de los teléfonos inteligentes y el uso masivo de Internet a través de nuestros dispositivos supuso hace unos años un antes y un después en nuestra vida cotidiana. Las redes sociales permiten una conexión y un diálogo inmediato con casi cualquier persona del mundo. A ojos de los delincuentes, también son un canal más para estafar, engañar y cometer delitos desde el anonimato que permiten estas plataformas. Los menores de edad pueden convertirse en víctimas vulnerables de la manipulación y el embaucamiento de otro menores, pero también de adultos.

Uno de los nuevos delitos que aparecieron con la llegada de las redes sociales es el delito de grooming que el Código Penal introdujo en 2010 para dar respuestas a las conductas por parte de adultos que contactaban con menores de 16 años con el objetivo de agredir o abusar sexualmente de ellos. Uno de estos casos lo recoge Metrópoli Abierta este jueves con la publicación de una sentencia contra un hombre de 40 años condenado a 23 años y siete meses de prisión.

SUPLANTACIÓN DE IDENTIDAD

A.A.M abrió una cuenta falsa en Facebook y se hizo pasar por una chica brasileña para embaucar a menores de entre 12 y 14 años. A través del chat Messenger de esta red social, primero, y mensajes vía Whatsapp después, el pederasta enviaba imágenes de la supuesta chica desnuda logrando que sus víctimas les enviaran, a su vez, fotografías sexuales de ellos mismos. En dos de los cinco casos, el condenado abusó sexualmente de los chicos después de concertar una cita en Barcelona y Cornellà de Llobregat. 

Una persona interactúa con su teléfono móvil / EFE



En los cinco casos, el abusador utilizó el anonimato de las redes sociales para hacerse pasar por otra persona y engañar a los menores. El caporal del Grupo Central de Proximidad y de Atención al Ciudadano de los Mossos d'Esquadra, Guillem Goset, recomienda siempre desconfiar de los desconocidos que contactan a través de las redes sociales. "Si quiere hacerse amigo tuyo rápidamente, algo quiere", avisa.

HASTA 200 EUROS POR UNA FOTO SEXUAL

En las charlas que realiza en las escuelas, Goset incide en la peligrosidad de estos delincuentes que usan las redes para persuadir a menores con el objetivo de que intercambien imágenes sexuales y preparar el terreno para una cita. "Se debe ignorar cualquier petición de amistad que pueda causar incomodidad", aconseja el caporal. Los ciberacosadores llegan a ofrecer hasta 200 euros a cambio de una fotografía de la persona desnuda

Cuando el acosador persista en sus peticiones, los mossos recomiendan denunciar el perfil e informar a los administradores de la red social de la conducta. Estos sitios web pueden impedir que una persona que se dedica a abrir sistemáticamente perfiles falsos continúe haciéndolo bloqueando su acceso.

ALUMNOS DE PRIMARIA

El trabajo de los Mossos d'Esquadra dedicado a concienciar a los menores sobre el uso de Internet se remonta a 2008. El cuerpo se dirige a alumnos de Primaria con el objetivo de que lleguen a la ESO manejando los dispositivos móviles con responsabilidad. La Cibercaperucita Roja es una de las presentaciones que la policía catalana difunde en las aulas para alertar a los chavales sobre el peligro de que personas adultas embauquen a menores de edad con "finalidades ilícitas".

Jóvenes usando un teléfono móvil / EFE



Internet ha alterado el método que utilizan los delincuentes adultos para captar menores con finalidad sexual. "Antes, los ciberacosadores iban a un lugar físico a hacer una prospección para detectar al menor y preparar el delito. Hoy, desde casa, pueden comprar una base de datos en el mercado negro y enviar mensajes masivos para establecer relaciones de confianza", advierte el caporal. Este tipo de delincuentes suele comprar bases de datos con un pretexto comercial. 

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