Los Mossos d’Esquadra detenían el pasado viernes a un hombre de 42 años instantes después de robar en una farmacia del barrio de Trinitat Vella. El sospechoso entró en el comercio sobre las 21 horas y empujó a la trabajadora que cayó al suelo. Arrancó la caja registradora y salió corriendo.

Una patrulla de los mossos que vigilaba la zona detectó al presunto ladrón, lo persiguió y lo arrestó. Durante la detención el sospechoso intentó zafarse e hirió a los dos agentes causando, en uno de ellos, la baja laboral.

Mientras los dos agentes se llevaban esposado al ladrón, decenas de vecinos lo abuchearon e increparon desde sus balcones. “¡Esto no se hace!”, ¡Cerdo!”, se oye gritar a los residentes del barrio, que le recriminaron los hechos al supuesto rufián.

El mismo viernes, la policía detuvo a otro hombre acusado de robar en otra farmacia de Sant Andreu. El detenido, de 32 años y nacionalidad española, está acusado de cometer varios robos con fuerza e intimidación, seis de ellos antes del estado de alarma en establecimientos de Barcelona, Montcada i Reixac y Ripollet. También asaltó a un vecino de la capital catalana cuando salía de un cajero.

Los dos presuntos ladrones ingresaron a prisión el sábado tras pasar por disposición judicial. 

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