Así fue el ajuste de cuentas entre plantaciones de marihuana en Montcada

Era mediodía cuando sonaron tres disparos en el barrio Mas Rampinyo de Montcada i Reixach. Dos balas alcanzaron a la víctima, una de ellas en la ingle. El hombre, malherido, salió del inmueble junto a su mujer pidiendo ayuda. En la calle Baix de Sant Pere de Montcada i Reixach (Barcelona), tras andar poco más de 100 metros, se desplomaba delante de una tienda de complementos de motocicleta.

Las peleas y los encontronazos entre familias de etnia gitana son habituales en esta finca de obra semi nueva, ubicada en la avenida de Catalunya del municipio barcelonés. Hace seis años que okuparon una decena de estas residencias de entre 65 y 115 metros cuadrados. Desde entonces, los gritos de madrugada y reproches mutuos han sido más o menos frecuentes. Este martes, el enfrentamiento entre dos familias habría llegado a su punto de máxima tensión cuando un hombre de unos 50 años ha disparado a otro de edad similar.

ESCONDIDO EN EL TEJADO

Casi tres horas después del intento de homicidio, los mossos localizaban al presunto autor escondido en una terraza del ático donde se encuentran los contadores del gas. Tras el ataque, el hombre se descolgó de un segundo piso a un primero y, pasando de balcón a balcón, entró a un domicilio ajeno. La familia del interior, al verlo, salió corriendo de su propia casa. El hombre se escurrió por la escalera comunitaria hasta el ático donde permaneció oculto hasta su detención sobre las 14.30 horas.

Diversas plantaciones de marihuana crecen en la finca habitada en su mayoría por diversas familias de okupas. Este martes, a última hora de la tarde, las luces artificiales que alimentan la hierba brillaban con fuerza y eran fácilmente visibles desde la calle. En su interior, los agentes registraban e inspeccionaban el domicilio del detenido y otros vecinos. 

Los vecinos intentaban buscarle una explicación a lo sucedido. Hace unas semanas, algunos vecinos recibían a los Mossos d'Esquadra con un lanzamiento de macetas y un bote de detergente cinco litros desde el balcón. Los agentes se llevaron detenido a un chico. Uno de los residentes cree que el ataque con arma de fuego podría ser la respuesta a un supuesto chivatazo. Otro vecino señala que la víctima había tenido alguna disputa con el hijo del autor del disparo.

AMENAZAS Y GRITOS

Minutos antes de los balazos, los vecinos escucharon los gritos de una pelea que duró poco. "¡Ahora te voy a meter dos tiros, hijo de puta!", amenazaba un hombre. La víctima recibió los disparos en el vestíbulo exterior del edificio, en la calle de Sant Ignasi. El hombre se encuentra hospitalizado en estado grave.

En algunas ocasiones, los pinchazos de luz han fundido los plomos y la finca se ha quedado sin luz dos días enteros. Un vecino, harto del clima conflictivo ha decidido marcharse con su mujer y su hija. "Vivir aquí es jodido. Es una pena porque en este complejo, en una zona tan bonita se podría vivir muy bien", comenta.

Tras el suceso, la policía catalana pidió las llaves de sus casas a todos los inquilinos de la finca mientras buscaban al agresor. Los vecinos empezaban a regresar a sus domicilios sobre las 17 horas. Agentes de los antidisturbios se movilizaron por la tarde para evitar posibles altercados. Al cierre de esta edición, dos vehículos policiales vigilaban la zona.