Agentes de los Mossos d'Esquadra de la ARRO detuvieron este sábado de madrguada al propietario de una discoteca del barrio Sant Gervasi - Galmany (Sarrià). Los agentes entraron en el local Blow Shisha Lounge tras detectar que una persona que consumía drogas y una posible arma blanca entraba en el establecimiento.

En el interior, el dueño opuso resistencia y desobedeció a los agentes, que golpearon con sus porras a algunos clientes que recriminaron la actuación policial al grito de "abusones" e "hijos de la gran puta", según se aprecia en las imágenes publicadas por el portal Nius.

CONSUMO DE DROGAS

Según la versión que relata la policía autonómica a Metrópoli Abierta, los hechos tuvieron lugar sobre las 01.00 cuando efectivos de las ARRO (antidisturbios) entraron en la discoteca ubicada en la calle Madrazo al detectar a una persona consumiendo drogas en la calle. Este individuo, cuentan los mossos, llevaba consigo una arma blanca. Cuando al percatarse de la presencia policial entró en el club, decidieron entrar.

Unos 45 minutos antes, habían denunciado a otra persona por consumir drogas en las inmediaciones del local de ocio nocturno. Por todo ello, decidieron irrumpir en la discoteca provocando las críticas del dueño del negocio que exigió a la policía que les mostrara una orden judicial de registro. Los mossos argumentan que iban en busca del hombre que previamente estaba consumiendo drogas en la puerta y que, además, llevaba una arma blanca.

TRES DENUNCIAS

Los mossos arrestaron al propietario por un delito de resistencia y desobediencia y pusieron tres denuncias administrativas, una de ellas por consumo de drogas. Durante la actuación policial, los clientes insultaron a la policía con gritos de "hijos de la gran puta" y les acusaron de cometer "abusos" contra ellos.

En las imágenes se aprecia como los agentes sacan bruscamente a un joven que parece luego es retenido. Se oyen cristales de vasos rotos en el suelo y durante la intervención un agente cae al suelo después que un compañero lo empuje por error debido a la tensión del momento. Uno de los clientes que graba el episodio con su móvil le grita a una agente que un joven está sangrando. Uno de los agentes, señalan fuentes de los mossos, recibió algún golpe y resultó herido leve.

 

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