El Ayuntamiento de Barcelona cree que las pintadas antisemitas que se hicieron el pasado sábado durante las protestas por las restricciones de la pandemia en Barcelona representan un delito de odio. Por ello, el consistorio de Ada Colau ha llevado el caso a la Fiscalía de Delitos de Odio.
La Oficina para la No Discriminación ha denunciado ante la fiscalía provincial que en el transcurso de la manifestación se pintaron grafitis en las paredes del centro de la ciudad de Barcelona "con inscripciones de contenido racista y antisemita, como las que rezan Fuck Jewish.
GRUPOS DE EXTREMA DERECHA
El ayuntamiento pide a la fiscalía que instruya diligencias de investigación y propone que los Mossos d'Esquadra recaben las imágenes de las cámaras de seguridad. Este órgano señala que "en los disturbios participaron diversos grupos de extrema derecha que con sus acciones provocan e incitan al odio sobre colectivos minoritarios y vulnerabilidades alterando la paz pública y generando una grave sensación de inseguridad en los colectivos señalados".
La administración de la plaza Sant Jaume pide que se investigue a esos grupos porque "pueden ser constitutivos de delitos de odio, desordenes públicos y daños". En el escrito, la Oficina para la No Discriminación señala que según las indagaciones de los Mossos los autores de los disturbios son "grupos de extrema derecha muy violentos".