Nueva agresión a vigilantes de seguridad en el transporte público en Barcelona. Una mujer se ha abalanzado esta tarde sobre dos trabajadores de la estación de Renfe de Sants después de intentar acceder a los vestíbulos sin billete. Un empleado ha recibido golpes en la cabeza y en el cuello y otro en la barriga.
Los hechos han ocurrido alrededor de las 20.00 cuando una mujer de unos 40 años acompañaba a su sobrina de nueve a la estación. La niña ha validado su billete y su tía quería ir con ella aunque no tuviera bono, según relata a Metrópoli Abierta uno de los vigilantes que ha intervenido.
"Estaba muy alterada desde el primer momento y tenía una actitud muy agresiva", cuenta el empleado de la seguridad, que asegura que se encontraba bajo los efectos del alcohol. La mujer intentó saltar los tornos y, finalmente, logró superarlos colocándose detrás de un usuario. Cuando los vigilantes intentaron impedir el ílicito empezó a lanzar patadas y puñetazos a dos de los empleados. A uno le ha salido un hinchazón detrás de la oreja y tiene magulladuras en el cuello. El otro hombre tiene dolores por el golpe "muy fuerte" que encajó.
INSULTOS Y AMENAZAS
Los vigilantes decidieron ponerle los grilletes y dejarla a disposición de los Mossos d'Esquadra. "Le comentamos que no puede acceder sin billete, pero era como hablar con la pared", explica el trabajador. La mujer insultó a los empleados con gritos de "Hijos de puta" y "Os voy a matar".
Un vídeo difundido en las redes sociales muestra a uno de los empleados empujando a la mujer cuando ésta, ya con las esposas, se dirige hacia él. Ella cae al suelo y, en ese momento, un grupo de pasajeros empiezan a abuchear a los vigilantes. Desde ADN Sindical denuncian que las imágenes se sacan de contexto y que no muestran el desarrollo completo de los hechos.
DENUNCIA DE LOS VIGILANTES
Con la llegada de los Mossos tampoco se relajó y siguió lanzando patadas desde el suelo. Uno de los vigilantes afirma que denunciarán lo ocurrido para que este acto no quede "impune". Finalmente, una ambulancia atendió a la mujer, fuera de sí y muy alterada que estuvo acompañada por una amiga suya que acudió a la estación y le recriminó su actitud.