Las víctimas del 17-A creen que en el juicio por los atentados de Barcelona y Cambrils quedarán dudas por resolver, lo que dificultará que puedan cerrar heridas, según avisa el impulsor de la Unidad de Atención y Valoración de Víctimas del Terrorismo (UAVAT), Robert Manrique.
En una entrevista con Efe, Manrique asegura que las víctimas no solo buscan justicia, sino también que se resuelvan sus dudas para poder cerrar heridas, al tiempo que pide que el trato a los damnificados por parte de las administraciones no se centre "en el dinero, sino en los derechos".
Para las víctimas, el juicio es un momento difícil porque supone volver a enfrentarse al episodio más duro de sus vidas, por lo que Manrique agradece que la mayoría de los medios no hayan publicado el vídeo emitido en la Audiencia Nacional con el recorrido de la furgoneta conducida por Younes Abouyaaqoub embistiendo a cuantas personas.
CERRAR HERIDAS Y OBTENER RESPUESTAS
Manrique, una de las víctimas del atentado de ETA en Hipercor en Barcelona en 1987, ha dedicado su vida desde entonces al apoyo a los damnificados. La UAVAT, donde Manrique ejerce como asesor en un equipo de profesionales y voluntarios, ha asistido a 217 víctimas del 17-A, de las que 73 se han personado en el juicio de la Audiencia Nacional.
Con la experiencia acumulada a lo largo de los años, Manrique sostiene que, ante un juicio como el del 17-A, las víctimas, para poder cerrar heridas, pretenden obtener respuestas sobre interrogantes que planean en la causa, entre las que cita por qué no se creó una comisión de investigación en el Congreso o el vínculo entre el CNI y el imán de Ripoll.
VÍCTIMAS DEL ATENTADO
El impulsor de la UAVAT lamenta que en el juicio hay una representación "baja" de la cifra real de víctimas de los atentados. "Entiendo que a nivel jurídico se recorte la presencia de víctimas que declaran (en las sesiones del juicio), lo que no comprendo es el número de personas que no se han podido personar por falta de información" en la causa judicial, señala.
"¿Cuántas víctimas presenciales han dejado de ir a sus lugares de trabajo en las Ramblas por culpa de este trauma y han acabado despedidas? De ellas, ni se habla ni se hablará en el juicio por falta de tiempo", lamenta.