La Dirección General de la Policía ha suspendido de empleo y sueldo al mosso del área de recursos operativos (ARRO) que fue grabado por un testigo golpeando y tirando al suelo a un joven que se saltaba el toque de queda en Barcelona y han apartado de sus funciones a otros tres agentes.
Según han informado los Mossos d'Esquadra, la dirección de la policía ha impuesto medidas cautelares a los cuatro agentes una vez la División de Asuntos Internos (DAI) ha analizado su actuación de la noche del pasado 14 de noviembre, cuando supuestamente no se ajustaron a los protocolos al intervenir ante una docena de jóvenes que tomaban alcohol en la calle saltándose el toque de queda.
En concreto, al mosso que intercedió con una actitud menos ajustada al protocolo la Dirección General de la Policía le ha suspendido ahora cautelarmente de empleo y sueldo, tras haberle apartado provisionalmente de sus funciones al día siguiente de los hechos.
LOS COMPAÑEROS, APARTADOS
A otros tres compañeros de este agente, que le acompañaban y que también participaron en la reducción, la Dirección General de la Policía les ha apartado ahora de forma cautelar de las funciones que tenían asignadas hasta el momento.
Tras tener conocimiento de esta actuación, al hacerse viral el vídeo grabado por una vecina, la dirección de la policía catalana apartó al día siguiente de los hechos de sus funciones al agente y le abrió una información reservada para analizar su actuación, aclarar con precisión los hechos y determinar la apertura de un expediente disciplinario si se confirma que incurrió en mala praxis.
ACTUACIÓN POLÉMICA
El agente, de la unidad ARRO de la región policial de Barcelona, participaba la noche del viernes 14 de noviembre en un dispositivo para velar por el cumplimento de las restricciones de movilidad y las medidas adoptadas para prevenir el contagio del coronvavirus, cuando hacia las 00:30 horas vio a una docena de personas en la plaza del Pes de la Palla, en el barrio del Raval.
Los agentes que participaban en el dispositivo comprobaron que el grupo de doce personas estaba consumiendo bebidas alcohólicas en la calle y que incumplían la restricción de movilidad por el toque de queda, por lo que les identificaron.
Un testigo grabó desde un balcón como uno de los agentes de la ARRO golpeaba a uno de los jóvenes y le empujaba fuertemente hasta hacerlo caer al suelo, donde le redujo mientras ambos discutían a gritos, por lo que al menos otros dos agentes se sumaron en su ayuda para detenerle.
DENUNCIA DEL JOVEN
El joven, de 22 años, origen chileno y que cuenta con el apoyo de la asociación Fedelatina en Barcelona, acabó arrestado por un delito de atentado a la autoridad y otro lesiones y pasó a disposición judicial el sábado, tras lo cual quedó en libertad con cargos.
Paralelamente, el joven ha denunciado por prevaricación y lesiones al agente por su "abuso de poder" y su "agresividad increíble", así como a sus compañeros por no detener su conducta agresiva.
Según el relato del joven, esa noche volvía a su domicilio en la avenida del Paral·lel con unos amigos, pasado el toque de queda de las 22.00 horas, cuando les paró una primera patrulla que les dejó continuar cuando supieron que se dirigían directos hacia el domicilio.
Más tarde, una segunda patrulla de los Mossos los paró en la calle Nou de Dulce para identificarlos y, tras los primeros trámites, uno de los agentes que se encontraba ahí reaccionó molesto después de que el chico se quejara de que un latero les había robado cinco euros.
Según su versión, fue entonces cuando el agente le golpeó en la cara y lo lanzó al suelo, una intervención que fue grabada desde un balcón por una vecina.