Presión del Ayuntamiento para desalojar la 'narcofinca' del Raval

Los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona han intentado convencer este miércoles a los ocupantes del número 14 de la calle Príncep de Viana de abandonar el edificio. Los vecinos denuncian los graves problemas de convivencia que soportan desde hace años a causa del tráfico de drogas. A la inseguridad, que perciben los residentes en este rincón del lugar, se le suma el estado precario del edificio descrito por un informe municipal hace unos días.

Fuentes vecinales informan que la comitiva municipal ha llegado sobre las 09.30 horas y ha entregado documentos a los habitantes de este problemático edificio informando de la ubicación de los servicios sociales del Raval. En este punto de Ciutat Vella ha habido un homicidio y una muerte por sobredosis. Algunos habitantes del inmueble han lanzado gritos contra los trabajadores del Ayuntamiento.

INFRAVIVIENDA

El 23 de diciembre, Bomberos de Barcelona y técnicos del consistorio certificaron que el edificio tiene problemas de salubridad y de infravivienda. Aseguran que vivir bajo su techo es inseguro para sus inquilinos. Los servicios sociales trabajan para encontrar un futuro destino a las personas en situación de vulnerabilidad que viven en el interior.

Este miércoles los Mossos han acordonado la zona y una empresa de seguridad ha acompañado a los funcionarios este miércoles. Los vecinos lo ven como una señal de buena voluntad por parte de Cerberus, la propiedad de la finca, que estaría colaborando para evitar que el edificio vuelva a ser okupado. El fondo estadounidense ignoró durante años las quejas vecinales. "Cruzamos los dedos para que esta pesadilla acabe pronto", explica un vecino.

CRÍTICAS DEL AYUNTAMIENTO

El Ayuntamiento "exige" a la empresa que se "responsabilice de la finca y repare el daño causado con el abandono manifiesto durante años rehabilitando y cediendo viviendas al parque de alquiler". Mientras, fuentes municipales explican que la administración "asume la responsabilidad de la propiedad" y trabaja con Servicios Sociales y la justicia para "desocupar"  por el riesgo que conlleva para sus habitantes y en ofrecer "alojamientos de emergencia"

El 26 de noviembre tuvo lugar la última operación policial contra la narcofinca cuando Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana detuvieron a dos personas y desmantelaron uno de los narcopisos activos.