Thiago Fernandes, el presunto asesino de, al menos, tres indigentes en el Eixample de Barcelona intentó fugarse de la cárcel de Brians 1 el 10 de junio, 40 días después de ingresar en el centro penitenciario. Su plan consistía en escaparse por un tubo de ventilación. Fuentes penitenciaras indican que los funcionarios detectaron que el preso había manipulado el conducto y que fue trasladado a la prisión de Quatre Camins dondes se le ha aplicado un seguimiento especial.
Fernandes, brasileño y de 35 años, fue detenido por los Mossos d'Esquadra el 28 de abril pocas horas después de cometer su último crimen. La policía señaló que el detenido podría padecer un trastorno mental e ingresó en la Unidad Psiquiátrica del centro. La cadena de radio SER Catalunya publica este martes el intento de fuga y que consistía en usar sábanas para hacer una cuerda y descolgarse de la prisión.
FUGA IMPOSIBLE
El entorno penitenciario rebaja este supuesto intengo de fuga, aunque admite que el recluso preparaba un intento de huida que nunca podría haber tenido éxito. La rejilla de ventilación de su celda hace unos 40 centímetros, haciendo casi imposible una fuga por ese conducto.
TRES MUERTES
Los Mossos atribuyen al preso tres muertes violentas los días 16, 18 y 27 de abril. Sospechan de una cuarta muerte, pero los agentes carecen de indicios suficientes para acreditarlo.
Vivía en una caravana en el barrio de Les Planes de Sant Cugat y se desplazaba en transporte público hacia Barcelona donde cometía los crímenes. Su modus operandi era siempre el mismo: se acercaba a sus víctimas de noche, mientras dormían, y los golpeaba en la cabeza con un objeto contundente.