El guardia urbano que el pasado 21 de noviembre disparó contra una persona sintecho porque, presuntamente, les amenazó con un cuchillo, según la versión policial, vuelve a disponer del arma reglamentaria y se ha reincorporado a las labores operativas, han confirmado fuentes municipales y sindicales de CSIF y UGT de la Guardia Urbana. Al agente se le abrió un expediente de información reservada y se le retiró la pistola.
"El agente en ningún momento ha dejado de hacer labores policiales, ya que no fue apartado del cuerpo. Sin el arma reglamentaria no podía trabajar en la vía pública", subrayan desde el Ayuntamiento. Según el secretario de Organización de CSIF, Eugenio Zambrano, durante dos meses el agente ha hecho "funciones policiales no operativas". El policía pertenece a la UREP, la Unidad de Refuerzo de Emergencias y Proximidad. Según UGT, hace unas dos semanas que el guardia urbano ha vuelto al servicio ordinario operativo.
"NAVAJA DE GRANDES DIMENSIONES"
El Ayuntamiento explica que el expediente abierto al agente no se podrá cerrar hasta que se resuelva el caso desde un punto de vista judicial. La versión municipal contrasta con la que da CSIF, que asegura que "no se ha abierto ninguna información reservada" porque "no se ha producido ningún acto administrativo en contra el policía", añade Zambrano. Para el representante sindical, la retirada del arma fue "arbitraria". "No existían criterios objetivos judiciales, policiales ni administrativos para hacerlo". Zambrano considera que se ha lanzado un mensaje preocupante a la plantilla Guardia Urbana: "Cuidado con hacer uso del arma de fuego porque os la quitaremos".
CSIF lamenta que las semanas que el guardia urbano no ha estado haciendo labores operativas "no ha podido realizar ampliaciones de jornada", con la consiguiente pérdida de retribución, e insiste como el resto de sindicatos policiales en la necesidad de dotar a la policía local barcelonesa de pistolas táser, que descargan 50.000 voltios e inmovilizan a la persona que recibe el disparo. "De esta manera, en muchas ocasiones no sería necesario utilizar el arma reglamentaria", recalca Zambrano.
Los hechos tuvieron lugar en el paseo de Sant Joan. La Guardia Urbana acudió hasta el lugar por quejas vecinales por molestias causadas por la persona sintecho, Marjan C. El agente disparó dos veces contra el hombre porque, supuestamente, se quiso abalanzar contra ellos con un "navaja de grandes dimensiones" y mostrando "una actitud muy agresiva", escribió la policía local en Twitter. Uno de los proyectiles le impactó en el abdomen. El teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención, Albert Batlle, dijo que el sintecho intentó agredir a los policías.
"NO AMENAZÓ NI FUE UN PELIGRO"
Sin embargo, esta versión contrasta con la que ofrecen diversos testimonios recogidos por medios de comunicación, que niegan que Marjan amenazara a los agentes con un cuchillo. Ferran Busquets, director de Arrels Fundació, una entidad que atiende a ciudadanos sin hogar y que conoce a Marjan, aseguró que el hombre "no amenazó ni fue un peligro para los policías".
El incidente con el arma de fuego también está siendo investigado por los Mossos d'Esquadra. Metrópoli Abierta se ha dirigido a la policía autonómica para saber si habían podido determinar si el sintecho llevaba un cuchillo. Fuentes de la oficina del portavoz han dicho no poder desvelar estos detalles porque forman parte de la investigación judicial.
En conversación con este medio, Busquets ha explicado que Marjan sigue ingresado en el Hospital de Sant Pau "estable". A principios de diciembre, la persona sufrió una hemorragia y empeoró. La intención de la entidad es personarse como acusación popular en el caso. Según Busquets, a nivel judicial el tema está parado, supuestamente a la espera de que Marjan mejore.