En sus tres años ejecutando desalojos extrajudiciales, Jorge Fe se ha encontrado de todo. Se ha topado con atracadores, traficantes y otras personas con antecedentes. Él y los empleados de su empresa, Fuera Okupas, saben que su trabajo conlleva riesgo. Aun así, jamás se imaginaron que podrían cruzarse con tres presuntos yihadistas.
Ocurrió el pasado noviembre cuando se dirigieron a la Barceloneta para contactar con un grupo de okupas que habitaban en el número 9 de la calle de Marquès de la Quadra. Entre los usurpadores había dos ciudadanos libios y uno marroquí que llegaron a la ciudad condal en Navidad. Sus planes de atentar en suelo español se vieron frustrados con su detención el 8 de enero.
FUERTE RESISTENCIA
El director de esta empresa barcelonesa recuerda a un grupo de personas de origen extranjero, bien vestidos. No levantaban sospechas significativas. A Fe le contactó el propietario de los bajos del edificio a través de un intermediario. "Cuando llegamos nos dijeron las milongas de siempre. Que habían alquilado el piso y que les habían dicho que se podían quedar", recuerda. Lo que sí les llamó la atención fue su actitud. "No se contenían. A veces, con nuestra presencia causamos cierta impresión, pero ellos no se sintieron impresionados para nada", relata.
Todas los intentos de desalojo fueron nulos. Las tres o cuatro ocasiones en que se dirigieron a la vivienda de Ciutat Vella se resumen en "encontronazos" con los ocupantes, ocho personas en total, contando a los tres detenidos por la Policía Nacional. "No llegamos a las manos, pero hubo empujones y cierta tensión", describe el empresario.
ZONA VIGILADA
Los habitantes de la vivienda hablaban francés entre ellos y solo uno dominaba el español. Okuparon esta vivienda de la Barceloneta en septiembre. Fe explica que percibía que la zona estaba siendo "vigilada" y que detectaba "movimientos raros". En una de las visitas al piso, los tres miembros de la empresa tuvieron una "fuerte enganchada" con uno de los hombres que vigilaba desde una esquina.
La investigación policial, que detectó la llegada de los supuestos terroristas, paralizó la actuación de Fuera Okupas. Los detenidos integraban un comando y uno de ellos había luchado al lado de Daesh (Estado Islámico) en Siria. Llegaron a España en patera a través de Almería (Andalucía) procedentes de Argelia y viajaron hasta Barcelona en coche. El 11 de enero, tres días después de la detención, la Audiencia Nacional decretó prisión provisional sin fianza para los tres acusados.
El cabecilla de la célula, con alta experiencia en el uso de armas y explosivos, tenía como referente el atentado de Viena del pasado mes de noviembre en el que un simpatizando del Estado Islámico abrió fuego cerca de una sinagoga, dejando cuatro muertos y 23 heridos.
PISO HUMILDE
El piso donde vivían era un modesto apartamento de poco más de 60 metros cuadrados. Constaba, principalmente, de un salón, una cocina, un baño y otra pequeña sala. Este lunes, la empresa desalojaba al resto de inquilinos. Semanas después del arresto, la tensión inicial había desapareció y la situación se había relajado. Pero Fe y sus trabajadores jamás olvidarán los días en que estuvieron, sin saberlo, cara a cara con tres peligrosos miembros de un comando yihadista.