La joven de 19 años que perdió un ojo en las manifestaciones contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, el pasado 16 de febrero, por un presunto disparo de proyectil de foam en la Via Augusta de Barcelona, se ha querellado contra dos agentes de los Mossos d'Esquadra. También ha interpuesto una demanda el centro Irídia.

En un comunicado hecho público este viernes, la entidad en defensa de los derechos humanas avanza que las denuncias van dirigidas contra el agente que presuntamente habría disparado y su mando directo, que autorizó, ordenó o no impidió ni supervisó el uso de los proyectiles. Los acusan saltarse los protocolos de la policía catalana y disparar a la chica en la cara "de manera intencionada".

Los abogados de la joven y el centro Irídia, que se personará como acusación popular del caso, han interpuesto las denuncias por presuntos delitos de lesiones provocando la pérdida o inutilidad de un órgano principal y de tortura y/o contra la integridad moral, según la querella.

 

INVESTIGACIÓN DENTRO DEL CUERPO

El director general de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer, informó en febrero de que se había una investigación interna para aclarar las circunstancias en las que resultó herida la chica. Por su parte, el comisario Joan Carles Molinero destacado su voluntad y compromiso de "transparencia máxima" para aclarar lo sucedido. Explicó también que se habían puesto a disposición de la familia para facilitar todas las gestiones necesarias.

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