Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han desarticulado a una mafia china dedicada al tráfico de marihuana masivo responsable de unos 700 envíos de droga en paquetes a Portugal, Francia, Alemania, Romanía y Reino Unido, entre otros. El pasado 14 de abril, un gran operativo policial formado por 350 agentes neutralizó la conocida como Bang de Fujian, "una de las organizaciones criminales de origen chino más importantes", según destacan los Mossos en un comunicado.
La macrorredada, coordinada por el Juzgado de instrucción número 5 de Badalona, se saldó con la detención de 65 supuestos integrantes del grupo criminal, 29 registros en domicilios, locales y naves industriales de Barcelona, Tarragona, Oviedo, Gijón, Bilbao y en Portugal y Holanda, así como la incautación de 40.000 plantas de marihuana agrupadas en 13 plantaciones, que eran "fábrica industrializada de la producción de marihuana", según Antoni Salleras, inspector de los Mossos d'Esquadra.
SIETE MILLONES DE EUROS DE BENEFICIO
Salleras ha explicado esta mañana que facciones de esta mafia china se unieron para formar "una especie de cooperativas delincuenciales". Los detenidos se organizaban en cinco socios para reunir 100.000 euros entre todos (20.000 euros cada uno) y, así, poner en marcha una plantación de marihuana que empezaba a reportar beneficios tres meses después. "Lo hacían con todas las naves. De esta manera, cualquier caída de una nave o de un vuelco (atracos entre traficantes) no representaba un golpe tan fuerte para la organización", ha señalado.
Los miembros del clan recibían sueldos, que eran intercambiables por "pequeñas participaciones" en la gestión de estas naves. En lugar de pagarles, la organización les daba la oportunidad de participar en la cooperativa y obtenían beneficios de la misma. Durante el tiempo que estuvo operativa, la organización acumuló un beneficio de unos seis y siete millones de euros enviando la droga por correo postal con "empresas de paquetería legalemente establecidas".
VIDA AUSTERA
La investigación se inició a finales de 2019 cuando ambos cuerpos policiales, coordinados por el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), detectan diferentes envíos de paquetería que contenían grandes cantidades de marihuana envasada. Los investigadores, que contaron con la ayuda de Europol, comprobaron que los jefes del clan llevaban una vida austera y cambiaban con frecuencia de domicilio para pasar desapercibidos.
Los capos vivían en Barcelona, Badalona y Santa Coloma de Gramenet. La policía acusa a los detenidos de delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales, organización criminal, usurpación de identidad, falsedad documental y defraudación de fluído eléctrica. No se les imputan delitos violentos contra personas.
En la redada, también se intervinieron 8,5 kilogramos de cocaína, 2 kilogramos de MDMA, 380.000 cogollos de maría listos para su distribución, 250 kilogramos de marihuana y 190.000 euros en efectivo. Las plantaciones eran muy sofisticadas y se alimentaban pinchando el fluido eléctrico, cuyo consumo equivalía a 1.177 viviendas.
Los responsables de Mossos y Policía consideran desarticulado este grupo mafioso, aunque no descartan nuevas detenciones debido a la "complejidad de la estructura delictiva". De los 65 arrestados, 29 se encuentran en prisión preventiva. Tan solo dos de los sospechosos tienen nacionalidad española, el resto son ciudadanos chinos.