El sábado por la noche, un disparo sorprendió a los clientes de las terrazas y los transeúntes que paseaban por la avenida Gaudí de Barcelona. Un hombre con una sudadera negra disparó a otro, de 46 años, y huyó del lugar dejando a la víctima malherida. El hombre, con la mano en el abdomen tapando la herida, se subió a un taxi, cuyo conductor no se percató de lo sucedido tras recorrer algunos metros en coche. El trabajador pidió ayuda y una ambulancia se llevó al hombre al Hospital de Sant Pau

En el barrio de la Sagrada Família no están nada acostumbrados a sucesos de este calibre. La presidenta de la Asociación Gaudí Shopping, Loreto Almirall, muestra este lunes su preocupación por este episodio. "No nos sentimos protegidos. Este siempre ha sido un barrio tranquilo", comenta esta empresaria desde su negocio de ortopedia en la concurrida avenida. 

MÁS INCIVISMO

El fin del toque de queda nocturno ha conllevado un aumento de personas por la noche en toda la ciudad. En la avenida Gaudí, que conecta la joya modernista del arquitecto barcelonés y el antiguo Hospital de Sant Pau, también han notado un repunte de personas durante la noche y, con ello, más incivismo, según relata Almirall y algunos comerciantes como Miguel. 

"El ambiente nocturno ha cambiado radicalmente. La gente se ha venido arriba muy rápido, en todos los sentidos", comenta este empresario. Este hombre señala a grupos de personas haciendo botellón que causan un "descontrol generalizado" como el principal foco del incivismo en la zona. 

EL PISTOLERO, SUELTO

Sobre el disparo, Miguel cree que tiene que ser algo "personal" entre el agresor y la víctima. Los Mossos d'Esquadra siguen buscando al pistolero, que descerrejó una bala sobre el cuerpo de otro hombre alrededor de las 22.30 horas. Fuentes de la policía catalana señalan que la víctima iba acompañada de otra persona. Por el momento, se desconocen las causas del ataque.

Miguel y Almirall también denuncian el trapicheo que tiene lugar en una avenida llena de terrazas. Esta es una amable calle que invita al paseo y que, previsiblemente, se llenará de turistas en pocas semanas. La presidenta de Gaudí Shopping alerta sobre la llegada de turistas, también potenciales clientes, y pide más presencia policial para terminar con las "borracheras" en la calle y también los robos que se producen en algunas tiendas. 

La Asociación de Vecinos Sagrada Família evita pronunciarse sobre el ataque del sábado y sobre los comentarios de los comerciantes. "Estamos reuniendo información para saber qué ha pasado", comentan fuentes de la entidad.

"ESPEREMOS QUE NO VAYA A MÁS"

Estos días, las palabras "avenida Gaudí" en el buscador de google conducen, irremediablemente, al suceso del sábado. Muchos vecinos consultados por Metrópoli este lunes, sin embargo, no mostraban demasiada inquietud. Una docena de mujeres mayores sentadas en dos mesas de una terraza limitaban el incidente a un caso aislado. Muchos trabajadores ni se habían percatado de lo ocurrido el fin de semana hasta incorporarse a su puesto de trabajo.

"Esto no es el far west, pero sí que hay que analizar lo que está pasando. Este es un sitio privilegiado, especial. Esperemos que esto no vaya a más", confía Miguel.

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