A Mehtaab Mehboob lo golpearon y amenazaron durante 15 horas en su propio piso. Sus secuestradores negociaron la libertad de este vecino del Raval de 31 años con sus amigos. Fueron varias llamadas telefónicas y algún encuentro que, finalmente, no fructificaron en un acuerdo. Lo culpaban de robar una caja con móviles robados, los mismos con los que él trabajaba manipulando sus tapas y accesorios. Tras "torturarle", como denunciaron los amigos, el cadáver de este hombre de nacionalidad paquistaní apareció en un descampado del municipio de Pallejà (Barcelona).
A la espera de la conclusión del juez, el informe de la autopsia apunta que ninguno de los numerosos golpes y cortes fue determinante para terminar con su vida. Fuentes jurídicas apuntan que la causa de la muerte fue una "crisis cardíaca o un fallo mulitorgánico fruto de la combinación de los golpes y el estrés que le causó la situación".
BILLETE DE VUELTA A PAQUISTÁN
Semanas después del crimen, los Mossos d'Esquadra detenían a cuatro sospechosos, tres de los cuáles ingresaron en prisión preventiva. Es un hombre marroquí y dos subsaharianos. La investigación del caso sigue su curso y en su línea coincide Xavier Muñoz, abogado de la familia de Mehboob. "Se ajusta con lo que pasó ese día", señala a Metrópoli.
El cuerpo fue hallado a las 16.30 horas. Terminaba, así, un secuestro de la peor manera posible después de que los captores obligaran a la víctima sobre las 02.00 a subir a su piso. Ali Ahmad, amigo de la infancia, transmitía a esta redacción el pasado octubre la consternación que causó el crimen entre la comunidad paquistaní del Raval y de Barcelona. Pocos días antes de morir había comprado un billete de avión a Paquistán para regresar con su familia.
HOMICIDIO DOLOSO
Ahmad negó que su amigo se dedicara al tráfico de drogas. Carecía de documentos españoles, aunque sí tenía permiso de residencia italiano. Antes de trabajar con un supuesto grupo criminal liberando móviles, vendió los populares palos selfie y los juguetes voladores luminosos que lanzan al aire los vendedores ambulantes. Desde el consulado pakistaní relataron que el motivo del secuestro fue el supuesto robo de una caja de móviles, una mercancía que tenía un valor de entre 10.000 y 15.000 euros.
A Muñoz no le importan estas presuntas circunstancias. Para el abogado de la acusación particular los agresores y secuestradores "podían calcular las consecuencias de sus actos y que podían terminar en muerte". El letrado del despacho Baula Advocats considera que el caso de Mehboob es un homicidio doloso. Bajo su punto de vista, los tres sospechosos cometieron tres delitos: agresión, secuestro y homicidio.