Los progenitores del menor que fue hallado muerto con signos de violencia en el hotel Concordia de Barcelona el pasado miércoles, 25 de agosto, se habían separado hacía ocho días.
A pesar de que fue la mujer quien tomó la decisión de poner fin a la relación, según la información avanzada por La Vanguardia, el hombre habría tenido un comportamiento "ejemplar" con su expareja y lo habría aceptado con "madurez". La mujer habría explicado a los investigadores de la policía que se sentía destrozada por no haber sido capaz de detectar las intenciones de su exmarido.
FUE CORDIAL HASTA LA NOCHE DEL ASESINATO
Tampoco hay indicios de violencia o premeditación en los mensajes que se intercambiaron hasta el martes por la tarde ambos progenitores. Según explica el medio, el hombre habría iniciado las amenazas y los mensajes intimidatorios a partir de ese día. Después de ello reservó una sola noche de hotel y, supuestamente, asfixió a su hijo hasta la muerte.
Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, el padre y presunto homicida del menor, sigue en paradero desconocido. El argentino, con nacionalidad española, de 44 años huyó del hotel en taxi y se dirigió al aeropuerto de Barcelona. No se identificó a ningún pasajero con su nombre, por lo que podría haber falsificado el pasaporte o haber huido en otra dirección en una maniobra de distracción. Los investigadores están revisando las cámaras de seguridad.