La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años de prisión a un pastor evangelista por un delito continuado de abusos sexuales a una menor, cuando tenía entre 6 y 10 años.
En una vista de conformidad celebrada este miércoles en la sección quinta de la Audiencia de Barcelona, el acusado, Daniel Sansano Honrubia, ha aceptado esta pena de cuatro años de cárcel frente a los seis que pedía inicialmente el ministerio público, a los que se suman siete años de libertad vigilada cuando cumpla esta condena, que no le ha sido conmutada, ya que el juez ha ordenado su ingreso en prisión.
CUATRO AÑOS DE PRISIÓN
Además, ha sido condenado al pago de 5.000 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños ocasionados a la menor, que podrá pagar a plazos, pues cobra una pensión de 800 euros, según han informado a EFE fuentes judiciales.
Las citadas fuentes han precisado que la fiscal se ha avenido a rebajar esta pena de prisión en dos años –de seis años a cuatro– para evitar que la menor tuviese que revivir lo sucedido en un juicio.
ABUSOS SEXUALES
De acuerdo con el escrito de acusación del ministerio público, entre los años 2011 y 2015 el acusado abusó sexualmente de una menor, que en ese periodo tenía entre 6 y 10 años de edad, aprovechando los "lazos de amistad y de confianza" que los padres de la menor habían depositado en él hasta el punto de permitir que la niña y sus dos hermanos mayores pernoctaran en algunas ocasiones en el domicilio del pastor y de su mujer, ubicado en Collbató.
"Con intención de satisfacer sus instintos libidinosos y haciendo ver a la menor que se trataba de actos revestidos de normalidad, la besaba en la boca, en la vagina y le realizaba tocamientos también en la vagina", describe el ministerio público en su calificación de acusación, para agregar que estos abusos sexuales se producían con una periodicidad semanal.
"APOYO" Y EDUCACIÓN RELIGIOSA
La fiscal sostiene que el pastor aprovechaba las estancias de la pequeña en su domicilio, la gran diferencia de edad así como el "dominio que tenía sobre la menor, al ejercer desde hacía años con ellos un rol similar al de abuelo" para cometer estos abusos sexuales.
El pastor y su mujer comenzaron a recibir a esta familia, que se acababa de instalar en Barcelona, para ofrecer "apoyo" y educación religiosa a los tres niños, y con el tiempo la relación derivó en unos "lazos de amistad y de confianza".
Debido a estos "lazos de confianza", sostiene la fiscal, el matrimonio dejó que sus tres hijos se quedaran con "cierta frecuencia" al cuidado del pastor evangelista y de su mujer, llegando incluso a pernoctar en casa de estos, situación que aprovechó el acusado para cometer el delito continuado de abusos sexuales a la menor.