Los vigilantes de seguridad del metro de Barcelona se emplearon a fondo este martes con un joven y violento ladrón. El sospechoso, E.Z.Z de 20 años, robó a varias personas y agredió al personal de vigilancia de Transports Metropolitans de Barcelona.
Sobre las 08.00 horas los Mossos d'Esquadra detenían a un joven por intentar robar el móvil a un viandante que paseaba con su su hijo en Badalona. El presunto delincuente tuvo tiempo de colarse dos veces más en el metro y enzarzarse con los vigilantes que lo retuvieron y detuvieron. A las 16.00, los responsables de la seguridad el metro le habían colocado las esposas en cuatro ocasiones.
REDUCCIÓN CON UN PERRO
Después de la detención en la calle de Sant Bru de Badalona, la policía le prestó declaración y lo dejó marchar. Horas después se colaba en el metro de paseo de Gràcia y cuando los vigilantes se disponían a denunciarlo por fraude los atacó. Los empleados de TMB utilizaron un perro para reducirlo y lo esposaron hasta la llegada de los Mossos que lo identificaron.
El joven aun tuvo tiempo de protagonizar otro altercado en la estación de Llucmajor cuando los vigilantes lo pararon porque viajaba sin billete. Reaccionó con violencia y tuvo que ser esposado de nuevo. Cuando la policía lo registró llevaba dos carteras, un móvil, un cúter y una cantidad indeterminada de dinero.
DENUNCIA POR LESIONES
A TMB le constan tres incidentes con un mismo chico en el que intervinieron vigilantes y mossos. La explicación de un portavoz del operador del transporte público coincide con dos de las actuaciones relatadas. La primera actuación tuvo lugar en la L4 del metro en una pelea donde los vigilantes lo reduJeron y pusieron a disposición de la policía que lo identificó y denunció administrativamente por viajar sin billete y "perturbar el servicio".
En la L2, en Badalona Pompeu Fabra, un vigilante lo despertó mientras dormía en un vagón y el joven agredió al trabajador. El vigilante lo denunció por un delito penal de lesiones. En la estación de Llucmajor, los Mossos lo denuncian por molestar a los viajeros, romper un dispensador de gel, viajar sin billete y obstaculizar la inspección. TMB tramitó seis denuncias administrativas contra la misma persona: cuatro por un hecho y dos por otro.
DROGADO
Desde la vigilancia privada señalan que el chico se encontraba bajo el efecto de alguna sustancia, posiblemente pegamento. Tenía un ojo morado después de recibir un puñetazo y reaccionaba con mucha violencia de manera sistemática. Las mismas fuentes afirman que el joven es un conocido delincuente que vive de forma itinerante en, al menos, dos direcciones: cerca de la estación Llucmajor en Nou Barris y en Arc de Triomf.