Los tres acusados de una presunta violación grupal en Sant Boi de Llobregat en 2018 han negado este lunes ante el juez su implicación en ese delito. En el último día del juicio, los tres hombres han explicado que la relación sexual que mantuvieron con una chica fue consentida. "Estábamos de buen rollo, de fiesta", ha explicado uno de ellos en la sección 6 de la Audiencia de Barcelona. La Fiscalía pide 46 años de cárcel para uno de ellos y 43 años para los otros dos.
Los hechos ocurrieron el 18 de mayo de 2018 en un descampado. La víctima y los supuestos agresores habían salido de una discoteca de Molins de Rei y la chica les pidió si podía seguir la fiesta con ellos. Así lo ha relatado, al menos, uno de los acusados, que sigue así: fueron a comprar unas hamburguesas para desayunar, se las comieron en una zona boscosa y la víctima pidió, desde el interior, a uno de ellos que "le quitara el sujetador".
"LA CHAVALA ESTABA BIEN"
Luego se fueron a otro descampado, hicieron chupitos, la víctima se tiró "uno de los chupitos por los pechos" y pidió ir a un sitio más privado. Uno de los presuntos agresores ha manifestado que la víctima realizó una felación a dos de ellos. "La chavala estaba bien, en ningún momento estaba chillando. Estábamos de buen rollo de fiesta, tranquilos. Estábamos todos bien a gusto". El hombre grabó e hizo fotografías de la víctima con su consentimiento.
También grabó uno de los amigos porque ella se lo pidió. Según él, la mujer sabía lo que hacía. "Cuando una persona quiere no hay nada malo", ha dicho. Más tarde borró las imágenes de su teléfono. El segundo acusado ha explicado que la víctima le dijo que podía mantener relaciones sexuales con ella y que él lo hizo, y que ella también le explicó que habían "abusado sexualmente de ella o la habían violado", aunque no recuerda si le dijo que esos presuntos abusos fueron esa misma noche o hacía tiempo. Al finalizar las relaciones sexuales, acompañaron a la chica hasta la estación de ferrocarriles de Sant Boi y le ofrecieron dinero.
LA VÍCTIMA: "ME METIERON EN EL MALETERO"
La versión de la víctima contradice de arriba a bajo la de los sospechosos. Dice la chica que la llevaron a la fuerza en un maletero y que mientras la penetraban en contra de su voluntad, le decían que "otras chicas no ponen tanta resistencia". Las muestras de sangre y orina de la chica dieron positivo en drogas y alcohol.
Varios peritos y médicos forenses han expresado que la víctima presentaba desorientación, alteración del equilibrio, lesiones externas y hematomas, uno de ellos en los nudillos, "que puede ser un signo de defensa", según una médica forense. Por otro lado, dos psicólogas aseguran que el relato de la víctima "no presentaba suficientes criterios de verdad con los hechos narrados" y que no es creíble.
SIN POSIBILIDAD DE HUIR
La acusación particular ha manifestado que "no hay ningún interés por parte de la víctima" de inventarse la agresión, que en las fotografías se ve la víctima en una situación pasiva y que en las conversaciones que los agentes de los Mossos sustrajeron de los teléfonos móviles se veía una actitud chulesca por parte de los acusados.
El fiscal mantiene que los acusados deberán indemnizar con 45.000 euros, en lugar de los 35.000 euros iniciales. Surbaya que en el cuerpo de la víctima se encontraron numerosas lesiones y marcas de presión en su cuerpo, que no pudo haber sufrido otra agresión sexual ese día porque estuvo en la discoteca hasta las 6 de la mañana y con los agresores después, y ha pedido tener en cuenta la superioridad numérica que había en el momento de los hechos, ya que "cualquier posibilidad de poder huir quedaba anulada".