El conductor de autobús acusado de no dejar bajar del vehículo a una niña de 12 años y una joven de 18 se defiende. En un comunicado hecho público por la sección de CGT en Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), el sindicato asegura haber hablado con el trabajador y expone que su versión es totalmente contraria a la ofrecida por la madre.
El comunicado de CGT ve la luz tan solo un día después de que la empresa explicase que trabaja para identificar al conductor de la línea H16 que no habría dejado bajar del bus a las chicas. Según el sindicato, el empleado se ha defendido asegurando que no pulsaron el botón. Añade que una de las hermanas se acercó para preguntarle cuándo abriría las puertas, y que él respondió que en la siguiente parada.
CGT aduce que las chicas podría haberse distraído y no habrían pulsado el botón, o que en caso de hacerlo quizás no funcionaba y no se dieron cuenta, "un problema más habitual de lo que parece", añade. Además, señala que cuando esto ocurre los conductores no pueden parar en cualquier lugar, sino que el reglamento les obliga a hacerlo en la marquesina. No hacerlo es "peligroso" y puede acarrear multa.
CRÍTICAS A TMB Y LAIA BONET
Para acabar, el sindicato lamenta que se cargue "contra una persona que ejerce su trabajo, y menos que se la acuse de delitos gravísimos" por lo que considera "una distracción". Afirman que la versión hecha pública "no tiene ni pies ni cabeza" y acusa a TMB de mentir a la madre de las chicas, a la que no habrían explicado que el empleado había sido localizado y no habrían detallado lo que realmente ocurrió –dice CGT–.
También critica la respuesta de Laia Bonet, regidora y presidenta de TMB, que se disculpó con la madre a través de Twitter y dijo que no permitiría que la situación se repitiese. "Lamentamos decir que esto seguirá pasando, a no ser que se nos solicite que abramos puertas en todas las paradas, los pidan o no los pasajeros", afirman.
LA DENUNCIA DE LA MADRE
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de diciembre por la tarde, según denunció la madre de las jóvenes públicamente en su cuenta de Twitter. Según la mujer, sus hijas se quedaron solas en el bus y, a pesar de que una de las hijas apretó el botón para bajar, "el conductor decidió no abrir las puertas y continuar circulando con ellas dentro".
En la siguiente parada, que era la última de la línea, "tampoco quiso abrir las puertas" y, aunque una de las hijas le suplicó varias veces que las dejara bajar, él no hizo caso, hasta que una de ellas dijo en voz alta que iba a llamar a sus padres y el conductor finalmente abrió las puertas. Todo esto, siempre según la versión de la madre.
Finalmente, el conductor las habría dejado bajar en Sant Adrià de Besòs, "en un lugar desierto", y que volvieron a casa cogidas de la mano y muertas de miedo, detalló la mujer, que también ha presentado una queja a TMB.