Los robos de relojes en la calle son una vieja modalidad que ejecutan los ladrones callejeros de Barcelona. Los rufianes se mueven a pie y asaltan a la víctima por sorpresa. Los más habilidosos, consiguen logran su botín con un rápido movimiento. En caso contrario, el asalto se convierte en una pelea entre ladrón y víctima o, en el peor de los casos, en una paliza por parte de los asaltantes (si actúan en manada) contra su objetivo.

La zona alta de Barcelona es uno de los lugares donde se producen los tirones de relojes. Uno de los casos más mediáticos ocurrió a las puertas del pasado verano cuando un hombre le arrancó la joya a la multimillonaria Susana Gallardo, mujer del exconcejal Manuel Valls.

Desde hace unos meses, esta modalidad de robo también se produce a bordo de una motocicleta. Los ladrones actúan motorizados en un vehículo que usan para perpetrar los asaltos y huir del lugar. Uno conduce y el otro, el viajero, es el que se lanza a por la muñeca de la potencial víctima.

FALSO ACCIDENTE

El modus operandi es sencillo: los motoristas dan un golpecito contra el retrovisor del coche que conduce la víctima. Previamente ya lo han "fichado". Saben que lleva un reloj de alta gama, seguramente valorado en varios miles de euros. Tras el golpe, esperan que el conductor baje la ventanilla y en ese momento el viajero de la motocicleta intenta arrancarle el reloj de pulsera.

En los últimos meses en las calles de la zona acomodada de Barcelona se han producido cinco episodios de estas características, según informan fuentes vecinales y policiales. Solo en una de estas ocasiones, los asaltantes tuvieron premio. El resto se quedó en intentos de robo.

VÍAS TRANSITADAS

La mayoría de estas tentativas tuvieron lugar en vías muy transitadas o calles relativamente céntricas. Uno ocurrió en el cruce de Balmes y General Mitre, otro en Mestre Nicolau con Pau Casals, a unos metros de la plaza Francesc Macià (ubicada en la Diagonal), y otro en Pau Alcover con vía Augusta, muy cerca de la estación de Ferrocarrils de Sarrià.

Este tipo de robo recuerda a la vieja técnica del pinchazo de la rueda. En este caso, en lugar de simular un accidente con el retrovisor, los atracadores rajan un neumático de sus víctimas a las que siguen. Cuando el conductor se detiene, a veces advertido por los mismos delincuentes, estos aprovechan para desvalijar el vehículo. Las empresas de alquiler de coches están muy alerta a estos episodios y transmiten consejos de seguridad a sus clientes de la capital catalana.

Desde Tsunami Veïnal, un grupo de entidades vecinales movilizadas contra los repuntes de episodios delictivos en la ciudad, explican que antes de la pandemia ya detectaron el robo del retrovisor, concretamente, en la vía Laietana. Ahora esta modalidad ha regresado con más intensidad en las calles de la zona alta.

VIOLENTO ASALTO EN PEDRALBES

Uno de los últimos robos a bordo de una moto ocurrió el pasado 12 de enero en Pedralbes. Los ladrones optaron por colarse directamente en el parking de su víctima, una mujer de 82 años. El pasajero del vehículo a dos ruedas se coló en el estacionamiento tras bajar rápidamente la rampa y atacó a la mujer para robarle un reloj valorado en varios miles de euros. El objetivo del robo sufrió varios cortes en los brazos como consecuencia del asalto. Los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación para encontrar a los ladrones.

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