Piden 26 años a uno de 'los Dalton' por atracar un banco con rehenes en Barcelona

La Fiscalía pide 26 años de cárcel para un presunto miembro del clan malagueño de 'los Dalton', acusado de atracar una oficina de CaixaBank de Barcelona, de la que sustrajo 80.000 euros tras encerrar a cuatro trabajadores en un lavabo de la sucursal, en marzo de 2018.



En la sección tercera de la Audiencia de Barcelona ha arrancado este lunes el juicio contra el supuesto atracador, para quien la acusación particular ejercida por CaixaBank pide seis años de cárcel, por un delito de robo con intimidación en concurso con cinco de detención ilegal, según fuentes jurídicas consultadas por EFE.



El procesado es miembro de la banda 'los Dalton', un clan de cuatro hermanos conocidos por llevar a cabo atracos en bancos a sangre fría sin necesidad de usar la violencia física, principalmente mediante butrones o intimidando al primer trabajador para entrar por la fuerza y esperar el retardo de las cajas fuertes para obtener el botín.

EL ACUSADO LO NIEGA TODO

El acusado ha negado los hechos ante el tribunal, al asegurar que visitó Barcelona para la adquisición de vehículos, y que su fuente de ingresos procedía de la compra-venta de coches usados a particulares.



El presunto atracador solo ha admitido el golpe de 400.000 euros que llevó a cabo con su hermano en una oficina de Marbella, a la que accedieron a través de la técnica del butrón, atraco por el que ya fue condenado en noviembre de 2020.

RECONOCIDO POR SU "MARCADO ACENTO ANDALUZ"

Según la versión del ministerio público, el acusado se personó en la sucursal bancaria a las 7:32 horas y amenazó, pistola en mano, a un trabajador de la oficina, al que presuntamente le exigió que abriera la caja fuerte donde se encontraba el botín.

El rehén, que desconocía la combinación, le instó a esperar a que llegara el responsable que tenía acceso a la caja fuerte, quien se personó minutos después en la entidad y fue obligado bajo amenazas a desbloquear el artefacto que contenía el dinero.

Una versión que han corroborado algunos testigos, que identificaron al presunto agresor en los reconocimientos posteriores pese a que solo le pudieron ver los ojos por llevar el rostro tapado durante el atraco, y del que destacaron su "marcado acento andaluz".