Actúan en grupo, escudriñan bien a su víctima y la siguen con cautela hasta que la rodean. Sin capacidad de defensa se lanzan sobre su presa con una gran dosis de violencia. Este relato, merecedor de un narrador documentalista sobre la caza de un temido felino de la sabana africana, define el procedimiento que utilizan los grupos de ladrones jóvenes que actúan en la zona alta de Barcelona. Desde el levantamiento de las restricciones por la pandemia, estos episodios se han multiplicado durante las noches de marcha por el barrio de Sant Gervasi-Galvany, según relatan fuentes policiales y de la seguridad privada.

Entre grupos de porteros y trabajadores de la seguridad que trabajan en los locales del upper Diagonal llaman con sorna a estos individuos Los jóvenes emprendedores. Conocen bien sus rostros, pues es raro el fin de semana que no protagonizan alguno de estos robos, casi todos con resultado de agresión. "Muchas veces es violencia por violencia. Cazan como hienas", comenta Iván (nombre ficticio), un profesional del ámbito de la seguridad del ocio nocturno que pide anonimato. 

ENCONTRONAZOS CARA A CARA

Este hombre cuenta que ha lidiado en numerosas ocasiones con estos grupos de delincuentes formados por jóvenes, en ocasión menores, que tienen entre 16 y veintipocos años. "Siempre intento evitar la violencia porque esta solo llama a más violencia. Muchas veces hablamos con ellos. Les intentamos hacer entender que esto es nuestro negocio. A veces, con cinco tíos plantados mirando fijamente es suficiente para que se rallen y se van".

Una patrulla de la Guardia Urbana habla con un trabajador de un local de ocio nocturno de Barcelona / EFE / QUIQUE GARCÍA

Una patrulla de la Urbana habla con un trabajador de un local de ocio nocturno de Barcelona / EFE / QUIQUE GARCÍA

Al principio del desconfinamiento, sigue este trabajador –con contacto directo con patrullas de la Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra– muchos de los asaltos los protagonizaban personas que procedían del barrio de Collblanc de L'Hospitalet de Llobregat. Ahora, dice, los jovencísimos asaltantes son de la misma ciudad de Barcelona y acuden a las afueras de discotecas como Sutton, Bling Bling o Costa Breve con un solo objetivo: dar el palo, como se dice en la calle. 

MARCAJE A LAS VÍCTIMAS

Como suelen hacer los carteristas, estos ladrones "marcan" a sus víctimas. Lo hace uno de ellos que da vueltas en bici o en patinete. Señala al objetivo elegido y el resto aguarda al acecho. "Se acercan amigablemente, a veces ofrecen porros. Intentan conectar con la gente". Si la víctima o víctimas se alejan del bullicio de la noche, los asaltan.

En uno de estos casos, a principios de 2021, un grupo numeroso dio una paliza a un joven de unos 18 años. "Le deformaron la cara y tuvo que venir el padre a buscarlo", recuerda. A finales de febrero, una fiesta de cumpleaños de unos chavales de 16 años terminó de la peor manera cuando atracaron a varios adolescentes que habían salido a tomar el aire de un local de la plaza Joan Llongueras. 

Los Mossos d'Esquadra discrepan de que se haya producido un aumento de robos con violencia en la zona alta en comparación con lo que ocurría antes de la pandemia. Fuentes de la policía señalan que se producen dispositivos en los alrededores de discotecas para prevenir estos sucesos.

DISPOSITIVO POLICIAL

Hace un mes y medio, esta misma plaza fue el escenario de un gran dispositivo policial formado por antidisturbios de los Mossos d'Esquadra de la Brimo y Arro, agentes de la UREP de la Guardia Urbana y policías de paisano del mismo cuerpo. Desde entonces, señalan fuentes policiales, el número de estos robos ha disminuido, pero está lejos de desaperecer. Antes de este dispositivo se producían una quincena de robos cada fin de semana de jueves a domingo. Ahora, se producen unos cinco robos semanales. 

Hace un par de semanas, un vecino de la calle Bori i Fontestà presenció como media docena de individuos agredían a una persona. Cerca, en la entrada del Turó Park se localizan habitualmente grandes botellones. Desde Fecalon (la Federació Catalana de Locals d'Oci Nocturn de Catalunya) se remiten a un comunicado de este marzo para explicar su punto de vista sobre la problemática en el ocio nocturno. Existe una "masificación" de personas en las discotecas porque en los últimos 15 años, dicen, han cerrado más de 200 discotecas en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB).

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