Un grupo de cazacarteristas que actúa en Barcelona bajo el nombre de Patrulla Ciudadna BCN ayudó a recuperar el pasado jueves un móvil robado a un turista. Un miembro de esta iniciativa ciudadana detectó a un conocido ladrón en la avenida del Paral·lel. Tras avisar a una patrulla de la Guardia Urbana, los agentes descubrieron que llevaba un dispositivo sustraído.
Los hechos ocurrieron a las 18.40 a la altura del parque de les Tres Chimeneas. El carterista iba acompañado de otro hombre y llamaron a un taxi en la céntrica avenida. Un miembro de este grupo vecinal alertó de la presencia del carterista y, junto a sus acompañantes, se levantaron y se dirigieron hacia el conductor que iba a llevarlos para que no lo hiciera.
LLAMADA DEL DUEÑO DEL MÓVIL
Ante el aviso de que los dos usuarios eran posibles ladrones, el conductor hizo bajar a uno de ellos que ya se había subido al vehículo. Estos cuatro ciudadanos avisaron a coche de la Urbana que identificó a los sospechosos. Cuando los registraban sonó el móvil que había escondido uno de ellos en sus partes íntimas instantes después de ser descubiertos. Uno de los dos policías cogió la llamada y al otro lado del teléfono saludó el legítimo dueño del terminal, un turista al que le habían robado el móvil.
El mismo ladrón confirmó los hechos ante la policía e incluso detalló que lo había robado en un autobús. Los guardias lo denunciaron por un delito leve de hurto, según explica una portavoz del Ayuntamiento, que precisa que no fue detenido porque el valor del móvil hurtado era inferior a 400 euros. Los agentes le citaron para un juicio inmediato por ese delito castigado con una pena de multa. El Código Penal solo contempla penas de prisión (de 6 a 18 meses) en caso de delito de hurto, eso es, si el objeto robado supera los 400 euros de valor.
EN TAXI Y EN BUS
Los agentes explicaron al turista que podía recoger su móvil en comisaría. El ladrón confeso pudo irse acorde sus planes iniciales y tomó otro taxi. Su acompañante, otro carterista conocido por este grupo ciudadano, se subió a la línea D20, una línea que suele atraer a los ladrones que actúan al descuido en Barcelona.