El pequeño Leo, el menor de dos años asesinado por su padre en el Hotel Concordia del Paral·lel, ya no llevará su apellido. Así lo ha ordenado el Ministerio de Justicia, en una decisión pionera, después de que la madre solicitase el cambio en el nombre de su hijo.
La encargada de comunicar la noticia ha sido Carla Vall, una de als dos abogadas de la familia. "Finalmente se ha autorizado el cambio por motivos excepcionales y de urgencia, tal y como reclamaba la madre, como acto restaurador imprescindible a nivel emocional, psicológico, social y necesario para la reparación del madre", ha explicado.
Y es que existe un vacío legal que permite cambiar el apellido de los menores en vida, pero lo imposibilita después de la muerte. Hasta ahora, que el Ministerio de Justicia lo ha autorizado de forma excepcional, ocho meses después del crimen.
La madre de Leo enterró al menor con el apellido del padre, una situación que supuso –denunciaron las abogadas– un fuerte impacto emocional. Para que otras familias no se encuentren en la misma situación, ahora piden que el cambio se regule por ley y que la decisión tomada en este caso no sea la excepción.