Barcelona, cuna histórica y actual de la moto en España, es la ciudad del país con más robos de motocicletas en la vía pública. En 2021 se registraron 1.747 robos en la ciudad. En los últimos años han proliferado dispositivos GPS que rastrean la moto y que, en muchos casos, pueden suponer una diferencia a la hora de recuperar el vehículo. Los datos de los Mossos d'Esquadra facilitados a Metrópoli reflejan una media de cinco robos diarios en la capital catalana.
Los tres primeros meses de la pandemia (marzo - junio de 2020) conllevaron una caída en picado de la delincuencia. Los delitos denunciados el año pasado son, aproximadamente, la mitad de los registrados en 2019 (3.633 casos). A falta de conocer los datos de las sustracciones de 2020 (los Mossos solo facilitan datos de 2019 – año en que se robaban 10 motos diarias–) el final de las restricciones sanitarias también ha provocado un repunte de delitos y esta modalidad delictiva también se resiente. Durante el primer cuatrimestre de 2022, la policía ha recibido 604 denuncias en la ciudad.
MODELOS MÁS ROBADOS
Lo que no cambia con el paso del tiempo son los modelos más atractivos para los ladrones. La Honda scoopy sh125 y la Yamaha T-Max son algunos de los vehículos más suculentos para las bandas. Lo confirman dos concesionarios de importantes marcas ubicadas en Barcelona y L'Hospitalet. Desde esta última ciudad, Abel, de Motos Santa Eulàlia, cuenta que cuatro clientes han sido víctimas de estos robos en los últimos dos años. La incorporación de llaves inteligentes y la instalación de GPS, que informan sobre la situación exacta del vehículo en tiempo real intentan dificultar al máximo la sustracción de los vehículos de dos ruedas.
Desde Aprimoto, taller de una conocida marca japonesa ubicado en el Eixample, Jesús Lozano describe un método de robo muy extendido en la calle: colocan la moto tumbada sobre una manta o un colchón y la cargan a una furgoneta entre cuatro personas. Las scooters más ligeras pueden pesar unos 120 kg, mientras que otras más voluminosas llegan a los 220 kg.
3.067 MOTOS ROBADAS EN CATALUÑA
Las motos robadas en Barcelona suponen el 60% del total de sustracciones en Cataluña. La ciudad y su área metropolitana suponen cerca del 90% de robos registrados en toda Cataluña (3.067 el año pasado). De nuevo, la cifra supone la mitad de los 5.616 robos de 2019.
La instalación eficaz de un dispositivo GPS en el sitio "más oculto posible" es una garantía antirobo casi infalible. Así lo explica David Egea, de la empresa barcelonesa Atlantis, especializada en la venta de estos dispositivos, que experimentan con una mayor acogida año tras año. "Cuánto más oculto está un dispositivo, más posibilidades existen de recuperar la moto", asegura. Este mecanismo facilita mucho el trabajo de los Mossos d'Esquadra, que sitúan el índice de recuperación de motos robadas en el 50%. En otras palabras, una de cada dos ciclomotores robados es recuperado por su dueño, o bien por la policía.
LOS PRIMEROS MINUTOS
Como suele ocurrir en otros delitos, los primeros minutos y horas tras el robo son determinantes. El 80% de motos recuperadas se consiguen localizar en los primeros ocho, 10 minutos o en la primera hora. Egea describe el conocido como método de enfríamento o nevera que usan las bandas desde hace años. Con el objetivo de comprobar un posible localizador GPS, los delincuentes mueven las motos a pocas calles de su estacionamiento habitual. Si pasados tres días, el vehículo sigue allí, los ladrones asumen que carece de rastreador y se las llevan.
Barcelona es una de las ciudades de España con más robos de motos. Es también la urbe con más ciclomotores y motocicletas. La comparación con Madrid, que le dobla en población, refleja la gran afición que existe por el vehículo a dos ruedas en la Ciudad Condal. Tiene 12.000 ciclomotores más que Madrid y 11.000 conductores menores de 15 años más que la capital española. A pesar de la diferencia de población (3,3 millones de habitantes en Madrid y 1,6 millones en Barcelona), la capital catalana tiene un parque de motocicletas mayor (253.150) en comparación con las 220.713 motos de la capital española.
Los artículos de rastreo de la empresa Atlantis disponen de una tecnología de alta precisión que permite detectar la ubicación de la moto incluso desde el interior de furgonetas isotérmicas, vehículos que dificultan la captación de señales de radio y gps. El cliente también puede elegir la activación de una alarma, que también se dispara en caso de que los ladrones usen inhibidores de radiofrecuencia para tratar de anular el dispositivo de rastreo. Egea cuenta que los inhibidores, fáciles de comprar por internet y a un bajo precio, son una herramienta más usada entre estos grupos de delincuentes, en muchas ocasiones contratados para robar un número determinado de vehículos.
¿DÓNDE VAN LAS MOTOS ROBADAS?
Las motos más robadas corresponden a los modelos mas usados. En plataformas como Wallapop se ofrecen a la venta piezas de vehículos procedentes de estos delitos (llantas, tubos, etc). Muchas de las piezas viajan hasta países como Marruecos donde se vuelven a montar y se venden en mercados que escapan a los controles de la policía. En otras fronteras, como la francesa, los agentes han localizado camiones cargados con restos de motos.
No siempre los vehículos robados viajan tantos kilómetros. En otras ocasiones son manipulados en talleres de Cataluña para su posterior venta en el mercado negra. El pasado mayo, los Mossos d'Esquadra detuvieron a un mecánico de 32 años en Creixell (Tarragona) al que sorprendieron con una veintena de vehículos sustraídos en su taller. Las motos habían sido robadas semanas antes en Barcelona.