Los vecinos del Eixample no dan crédito al macabro hallazgo de esta mañana en un contenedor. Una persona que buscaba chatarra ha encontrado el cuerpo descuartizado de un hombre en una maleta. No es la primera vez que se producen crímenes tan macabros en Barcelona. Metrópoli ha hecho un recuento de los casos similares en los últimos años, algunos de ellos aun sin resolver.
CADÁVER EN SAGRADA FAMÍLIA
En 2020, condenaron a nueve años de cárcel a un hombre que, en 2008, asesinó a otro por un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico. Siguiendo el mismo modus operandi que el descuartizador del Eixample, se deshizo del cadáver, abandonándolo en un contenedor del mismo distrito, en la zona de la Sagrada Família. Después del crimen, se fugó a Colombia, pero lo acabaron encontrando y fue condenado por un delito de homicidio por abuso de autoridad y le aplicaron una atenuante por confesión.
MUJER DESCUARTIZADA EN LA PLAYA
Cuatro años antes, encontraron el cadáver descuartizado en una maleta en la playa de Sant Sebastià. El cuerpo estaba dividido en cinco partes y no tenía ni cabeza ni pies, hecho que dificultaba enormemente su identificación. Unos meses más tarde, a pocos metros de donde hallaron los restos, encontraron otras bolsas con el resto del cuerpo, que pertenecía a Mari Carmen, una mujer de origen argentino que vivía en Barcelona que desapareció en extrañas circunstancias en octubre.
La Policía Nacional abrió una investigación, que se saldó con la detención de tres hombres pakistaníes como presuntos autores de los hechos. Los agentes trabajaban con la hipótesis de que, lo que motivó el macabro crimen, fue un tema económico. No obstante, no llegaron a entrar a prisión y el caso se acabó archivando por falta de pruebas, ya que, a pesar de los indicios, no había evidencias suficientes para incriminarlos.
ASESINATO EN SANTS-MONTJUÏC
En 2013, un joven de 27 años asesinó a una mujer de 36 en el distrito de Sants-Montjuïc. El asesino se llamaba Joel y conoció a la víctima en una discoteca de la capital catalana. Ambos se fueron a casa de él y, una vez ahí, la degolló y se deshizo de su cuerpo descuartizándolo y escondiéndolo en un contenedor. Igual que en el caso del nuevo asesinato del Eixample, el cuerpo lo encontró una persona que estaba buscando chatarra.
CRIMEN INUSUAL EN BARCELONA
Los asesinatos por descuartizamiento no suelen ser los más comunes ni en Barcelona ni en su área metropolitana. La mayoría de homicidas optan por matar a la víctima con armas blancas como, por ejemplo, cuchillos o navajas. Un claro ejemplo de esto es el crimen del chico de 18 años del Paral·lel, al que grabaron mientras estaba agonizando en el suelo después de sufrir múltiples puñaladas.
La investigación del crimen del Eixample es más complicada, ya que no tienen a la víctima identificada. Será complicado ponerle nombre y, de momento, solo tienen su torso. Los Mossos d'Esquadra de la Región Policial del Área Metropolitana de Barcelona están trabajando a contrarreloj para descubrir a quién pertenece el cuerpo y cuál es el móvil del crimen para poder hacer detenciones.