Detenidos 25 delincuentes que estafaron 350.000 euros liderados por un menor de edad
Los arrestados operaban en toda España desde Cádiz, Málaga y Barcelona
26 febrero, 2023 15:47Noticias relacionadas
Detenidos 25 delincuentes que estafaron 350.000 euros por Internet en dos meses desde Cádiz, Málaga y Barcelona. Así lo ha informado la Policía Nacional este domingo, 26 de febrero, que ha especificado que ocho de los arrestados han entrado en prisión.
El cuerpo detuvo a los delincuentes en el desmantelamiento de un entramado que operaba en toda España y que estafó en dos meses más de 350.000 euros a 200 clientes de banca en internet.
LIDERADO POR UN MENOR DE EDAD
La Policía ha informado de que el entramado era liderado por un menor de edad –que ha ingresado en un centro en régimen cerrado– que había creado herramientas informáticas para realizar las estafas (webs falsas de bancos o enlaces para remitir mensajes sms o correos electrónicos a las víctimas). Además las vendía a otras organizaciones criminales para que las explotasen.
El grupo suplantó la imagen de 18 entidades bancarias y los agentes intervinieron a los presuntos delincuentes listados con nombres completos, documento de identidad (DNI) y claves de acceso a la banca privada de más de 100.000 clientes bancarios, preparados para su utilización.
TÉCNICAS
Los datos de sus víctimas, dice la Policía, los obtenían mediante técnicas de phishing, smishing y vishing y las llamaban haciéndose pasar por empleados de banca, para solventar una supuesta brecha de seguridad y les pedían un código que posibilitaba a los detenidos la realización de transacciones fraudulentas a su favor.
Para recibir el dinero estafado, los presuntos delincuentes abrían cuentas bancarias fraudulentas con datos de personas obtenidos a través de páginas de compraventa de artículos entre particulares, a quienes embaucaban para que les enviasen una copia de su DNI con el pretexto de formalizar la compra.
REGISTROS
La Policía también llevó a cabo seis registros en los que intervino dos armas de fuego simuladas, 10.000 euros, listados con los datos personales de 100.000 personas, más de una treintena de terminales móviles y 500 gramos de cogollos de marihuana destinados al tráfico de drogas a pequeña escala.
La investigación policial se inició como consecuencia de las actividades de ciberinteligencia realizadas por la Unidad Central de Ciberdelincuencia junto con investigadores de la Comisaría de San Fernando (Cádiz) tras detectar un patrón común en diferentes hechos ocurridos en todo España.
SOFTWARE
Los estafadores habían diseñado un software que les permitía ver en tiempo real los pasos que daban las víctimas y, con el fin de restablecer la supuesta situación de riesgo de su cuenta y volver a operar con seguridad, los llamaban por teléfono haciéndose pasar por empleados de su banco y se ofrecían a ayudarles a solucionar esa brecha de seguridad.
Una vez que conseguían materializar las transacciones fraudulentas y el dinero ingresaba en las cuentas bancarias controladas por la organización extraían el efectivo en cajeros automáticos o contrataban créditos personales instantáneos, ordenaban nuevas transferencias a otras cuentas o adquirían criptovalores en cajeros automáticos.
VENTA DE VEHÍCULOS
Los datos empleados por los criminales para abrir de forma fraudulenta cuentas bancarias y recibir ahí el dinero estafado los conseguían a través de páginas de compraventa de artículos entre particulares.
Los delincuentes se ponían en contacto con anunciantes de vehículos a motor, expresando su interés por hacerse con el vehículo de manera urgente con un adelanto como reserva de la compra y como prueba de buena voluntad. Para formalizar la compra-venta a través de una supuesta gestoría, pedían a las víctimas una copia o fotografía del DNI por ambas caras y una vez que tenían los datos volvían a victimizar a estas personas: les explicaban que les iban a hacer un envío de dinero a través de Bizum como señal para la compra, pero en lugar de enviar un pago realizaban una solicitud de dinero al vendedor.
Las víctimas no comprobaban adecuadamente el mensaje recibido desde la aplicación y aceptaban la solicitud con un envío de dinero a favor de los cibercriminales.