Condenado un a un año y medio de cárcel un catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) por agresiones sexuales continuadas sobre una doctoranda de la facultad de ciencias, durante dos años.
La sentencia, que condena también al acusado, A. S., a nueve años de inhabilitación y le prohíbe acercarse y comunicarse con la víctima, se hizo pública el pasado mes de febrero, pero el condenado ha seguido impartiendo clases en la universidad. Ahora la facultad ha apartado de la docencia cautelarmente al presunto agresor, un catedrático de Física.
AGRESIONES SEXUALES
Según el fallo judicial, el catedrático llegó a intimar con la joven hasta el extremo de tocar sus partes íntimas por dentro de la ropa y besarla de manera furtiva. "El acusado aprovechó la timidez de la víctima y su incapacidad para mantenerse firme e impedir que los hechos ocurrieran", añade el tribunal. Los hechos empezaron en el año 2016, cuando la joven se mostraba incapaz de hablar en público y el catedrático la abrazaba para reconfortarla.
Según el fallo, del que ha informado hoy el diario.es, el catedrático utilizó su superioridad jerárquica sobre la joven para acosarla sexualmente durante dos años, hasta que en 2018 denunció el caso. En aquel momento, desde la UAB, al ver a la joven "tan afectada se le buscó otros directores de tesis y se la derivó a tratamiento psicológico", además de trasladar el caso a la Fiscalía.
Los abrazos del director de la tesis doctoral "inicialmente reconfortaron a la víctima" pero "fueron a más" e "invadieron el espacio" de la joven, según la sentencia, y añade que cuando la chica mostraba su rechazo, el acusado lloraba y argumentaba que necesitaba su cariño debido a la pérdida de un hijo, lo que dificultaba que a ella le costase establecer límites y se sintiera culpable.
ABUSO DE PODER
El acusado pidió a la víctima que no hiciese público nada de lo que pasaba con el argumento de que "no se entendería su relación" y que ella debería dejar el doctorado. La resolución añade que el acoso se produjo también durante viajes a congresos, en los que el acusado invitaba a su habitación a la joven, a lo que ella no accedía.
La sentencia también detalla que el acusado posó su mano sobre el muslo de la joven durante un trayecto en viaje y que ella aparentó que dormía por el "bloqueo y el miedo a no saber como reaccionar". La doctoranda llegó a rechazar participar en un congreso en Japón por evitar tener que compartirlo con el catedrático, pese a que profesionalmente le interesaba mucho, según el fallo judicial.
ACOSO PROBADO
El tribunal ha considerado que el acoso sexual queda probado tras tener en cuenta los testigos aportados, entre los que se encuentra otra doctoranda que declaró haber sufrido una situación parecida con el mismo catedrático.
Asimismo, se han tenido en cuenta mensajes de WhatsApp en los que la joven trataba de mantener una relación estrictamente profesional y grabaciones de la propia víctima en las que el catedrático admitía haber hecho tocamientos indeseados.
CONOCIMIENTO DE LA UAB
Según la UAB, la sentencia es fruto de unas actuaciones iniciadas en 2018 por la propia universidad, que, a través de la comisión técnica asesora del Observatorio de Igualdad de la universidad, puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía, dado que el caso era "susceptible de ser tratado por la vía penal".
A raíz de esta denuncia y de la investigación llevada a cabo por el Ministerio Fiscal, a finales de 2022 se dictó una sentencia en la que se condenaba al catedrático en los mismos términos que contempla el actual fallo. El catedrático recurrió entonces el veredicto y ahora, una nueva sentencia que también se puede recurrir por casación, ha ratificado la anterior.