Situación cómica la que se ha vivido en un avión de la compañía Delta Airlines con destino a Barcelona. El pasado viernes 1 de septiembre, la diarrea de uno de los pasajeros provocó que el vuelo que cubría la ruta Atlanta-Barcelona no llegara a su destino. Al llegar a Virginia, el avión tuvo que volver al lugar de origen por la indisposición de uno de los viajeros.

 

A causa de ello, la aeronave no llegó a la capital catalana hasta ocho horas después de lo previsto. El vuelo lo operaba un Airbus A350-900 que despegó a las 20:47 horas de la noche, con dos horas de retraso. El avión se dirigía con normalidad a Barcelona cuando, una hora más tarde, decidieron dar la vuelta y volver a Atlanta a las 22:39 horas.

ALARMA BIOLÓGICA

Uno de los pilotos encargados del vuelo notificó que un pasajero había tenido diarrea por toda la cabina, con lo que debían volver por una situación de alarma biológica. Al llegar a Atlanta, desinfectaron la aeronave durante horas. En torno a las 03:00 horas de la mañana pudo reiniciarse el vuelo, que llegó a Barcelona ocho horas más tarde de lo previsto y con otra tripulación.

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