Los Mossos d'Esquadra han detenido a 11 personas que formaban parte de un grupo organizado que se dedicaba a la sustracción de motos en Barcelona y en el área metropolitana. Los ladrones sustraían principalmente motocicletas recién matriculadas de una conocida marca japonesa y las transportaban en furgonetas de alquiler hasta naves industriales donde otras personas las desmontaban para venderlas por piezas.

DESPISTABAN A LA POLICÍA

Una vez desarmadas las trasladaban a dos puntos de las Franqueses del Vallès y de Caldes de Montbui, en el Vallès Oriental, donde las almacenaban y desmontaban por partes para enviarlas a Marruecos. Por un lado se enviaban el bastidor y el motor mediante un clan familiar ubicado en Manresa con lazos en Súria, coordinado desde Francia. El envío se hacía con furgonetas donde se aprovechaban viajes a Marruecos para abarrotar el vehículo con objetos personales, con el objetivo de que las autoridades de tráfico y/o fronterizas desistieran de hacer registros.

Una de las motos desmontadas por los ladrones / MOSSOS ESQUADRA

PIEZAS ESCONDIDAS

Una empresa de transporte con sede en Marruecos trasladaba al resto de piezas que no eran chasis ni motores. Hacía recorrido desde Francia y con parada en Terrassa, donde recogía las piezas sustraídas que se almacenaban en un trastero de alquiler de una conocida empresa multinacional que utilizaba camiones con matrícula marroquí. Escondían las piezas entre otros paquetes totalmente lícitos para evitar que la policía los descubriera. Este transporte lo dirigía el propietario de la empresa en Marruecos y su socio de Terrassa, aunque con labores de control y supervisión.

Una vez en Marruecos, las motocicletas se montaban de nuevo y eran vendidas a compradores particulares.

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