La familia del niño de cinco años que perdió la vida tras ser atropellado en Barcelona por un motorista el 14 de octubre de 2019 pide tres años de prisión para el conductor del vehículo, a quien responsabiliza del fatídico accidente. La acusación particular pide también que se le retire el carné durante cuatro años y eleva la indemnización a los 361.443 euros.

La petición se hace, no obstante, contra el criterio de la Fiscalía, que opina que "la causa del accidente y siniestro, por desgracia, como han señalado los informes, es la aparición sorpresiva del niño en la vía". Así pues, el Ministerio Público no ha ejercido de acusación y se alinea con la defensa, que valora los hechos como un accidente y no aprecia delito.

Los hechos

Ese trágico día, el pequeño salió del colegio a las 12:45 y se encontraba junto a su madre, esperando a sus hermanos mayores, que salían 15 minutos más tarde. Según relata la madre, "en un momento que para mí fue un segundo, él estaba a mi lado viendo los patinetes, se soltó y se coló entre los coches".

Un motorista circula en Barcelona ARCHIVO

El conductor ha declarado, por su parte, que circulaba a "una velocidad adecuada a la vía", que en ese momento estaba limitada a 40 kilómetros por hora, y que al ver al niño frenó e intentó girar hacia la izquierda para esquivarlo.

Testigos

La vista de este jueves ha contado también con los testimonios de cinco testigos oculares y dos agentes de la Guardia Urbana que actuaron en el lugar del accidente. Estos últimos han expuesto que, tras la investigación, la moto circulaba a 43 km / h y que no se aprecian huellas o derrapes en el asfalto. Además, dio negativo en el control de alcohol y drogas.

Por otra parte, un informe posterior que han hecho dos peritos contratados por la acusación eleva la velocidad de la moto a entre 55 y 60 kilómetros por hora. La Fiscalía, sin embargo, considera el dato de la velocidad "irrelevante", porque la causa del accidente fue la "aparición sorpresiva" del niño en la carretera, mientras que la acusación ha incidido en la diferencia que puede marcar la velocidad de un vehículo en un accidente.

Protegim escoles

A raíz de estos hechos --y para evitar que se repitan-- el Ayuntamiento de Barcelona puso en marcha el programa Protegim Escoles, que busca peatonalizar los entornos de los colegios en la capital catalana.

El padre del menor, Walter Brandán, ha recordado la necesidad de proteger los entornos de las escuelas y ha esperado que este juicio sirva para "corresponsabilizar a toda la administración de la cual dependió de que este hecho ocurriese". "La escuela entregaba a los niños en la calle. Las medidas de seguridad no eran las adecuadas. Porque me lo comentaron en el hecho de muerte de mi hijo, me lo comentó uno de los profesores que habían pedido mayores medidas de seguridad", ha insistido.