La Guardia Civil detuvo el pasado 31 de julio en el Aeropuerto de Barcelona a una persona procedente de Brasil que transportaba 1.500 gramos de cocaína en el interior de su cuerpo. En total, ocultaba 153 cilindros, con algunos de ellos reventados.
Ocurrió en la Terminal 1, cuando el detenido levantó las sospechas de los agentes durante el control rutinario. Fue entonces cuando los policías solicitaron a este pasajero procedente de São Paulo que se sometiera a una prueba de rayos X para comprobar la posible existencia de estupefacientes en el interior de su organismo.
Agresivo con los agentes
Aunque el pasajero inicialmente se mostró cooperativo, al llegar a la puerta del servicio de radiología cambió drásticamente su actitud y comenzó a comportarse de manera violenta, e incluso llegó a golpear físicamente a varios agentes. Una vez detenido y comprobado su mal estado de salud, fue trasladado rápidamente al Hospital de Bellvitge, donde le practicaron la prueba de rayos X.
Operado de urgencia
Los resultados confirmaron la presencia de cuerpos extraños en su interior, lo que llevó a los servicios médicos a intervenirlo quirúrgicamente para salvaguardar su vida y su integridad física, al tener síntomas de que algunos de los objetos en su organismo se habían roto.
Durante la operación le extrajeron 153 cilindros en el interior del organismo que contenían un total de 1.480 gramos de cocaína, lo que permitió constatar que se trataba de un "mulero", una persona que transporta drogas en el interior de su organismo, que ingiere en pequeños paquetes.
Una vez estabilizado su estado de salud y recuperado de la intervención, el detenido fue trasladado al Juzgado de Guardia de El Prat (Barcelona) por la supuesta comisión de los delitos de resistencia, desobediencia grave a la autoridad y tráfico de drogas.