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El juzgado de lo penal número 28 de Barcelona ha condenado a nueve meses de prisión a un vigilante de seguridad privada del Metro por tirar al suelo a un joven, que acabó con una fractura en la pierna, para inmovilizarlo porque creía que tenía intención de colarse.

Además de la cárcel, la sentencia impone una indemnización en concepto de responsabilidad civil de 9.229 euros y otros 1.500 por la secuelas sufridas.

Fallo anulado

La sentencia que lo condena por un delito de lesiones llega después de que el juicio se haya repetido hasta en tres ocasiones y tras una primera resolución de marzo de 2024 que absolvía a este vigilante de seguridad, y que se anuló por errores en la valoración de la prueba.

La Fiscalía pedía nueve meses de cárcel para el acusado por un delito de lesiones, mientras que la acusación particular, ejercida por abogados de la asociación pro derechos humanos Irídia, solicitaba 3 años y 6 meses.

En la estación Joanic

Según mantiene el ministerio público, el joven se dirigió en la madrugada del 8 de mayo de 2022 hacia la zona de los tornos de la estación Joanic de la Línea 4 del Metro, acompañado de varios compañeros de trabajo, y cuando fue a introducir el título tuvo problemas para validarlo.

Ante la imposibilidad de poder validar el billete, según las acusaciones, el joven cruzó el torno con la ayuda de una de las compañeras, momento en el que se acercó el vigilante juzgado, junto a otros agentes de seguridad, para indicarle que debía ser sancionado, lo que derivó en una discusión.

Un vagón del metro de Barcelona RRSS

Un fuerte "placaje"

Las acusaciones sostienen que cuando el joven se acercó a la máquina a comprar un billete, el procesado lo agarró por la espalda, le hizo un fuerte "placaje" y le acabó tirando al suelo, lo que le provocó la lesión en una pierna.

El juez, en su sentencia, avala las tesis del ministerio público y de la acusación particular y sostiene que el vigilante de seguridad, "de manera innecesaria, súbita y violenta", cogió al joven "y lo tiró al suelo", causándole una fractura en la pierna que tardó 153 días en sanar.

Además, según el magistrado, el acusado actuó de esta manera, "pese a la notable diferencia de complexión física y fuerza entre ambos" y con "menoscabo a la integridad física".

Cámaras de seguridad

El titular del juzgado de lo penal número 28 de Barcelona sustenta su sentencia condenatoria en las imágenes de las cámaras de seguridad y una grabación con el teléfono móvil realizada por una amiga de la víctima.

En las imágenes, dice el juez, se aprecia cómo el acusado "se acerca en actitud agresiva e impropia de aquel que debe garantizar la seguridad en el metro, e increpa" al joven y que, después, "se ve claramente un fuerte empujón" y un "agarrón para tirarlo al suelo".

Metro de Barcelona TMB

El "ego" del vigilante

"No se aprecia en caso alguno una actitud juiciosa y de prudencia, sino la materialización del ego del vigilante" con la que "necesitaba demostrar su poder físico" frente a la víctima, subraya la sentencia.

La resolución condenatoria hace además hincapié en que los hechos se prolongaron durante varios minutos, en los que el acusado actuó con un "exceso de celo injustificado" y con "desproporción y desmesura".

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