La ejecución del Eixample de Barcelona, un “crimen perfecto” a plena luz del día: nadie vio ni oyó nada

La ejecución de un hombre a plena luz del día ha sacudido una tranquila zona del Eixample, en pleno centro de Barcelona. Este miércoles, 24 horas después del asesinato, entre los vecinos de Consell de Cent se respira una calma tensa. 

Nadie vio ni oyó nada, pero todo el mundo sabe lo que ha sucedido. Es la primera vez que ocurre algo así en el barrio, habitualmente en calma y donde “abundan los pisos turísticos”, pero “nunca con problemas graves”. O así lo creían, hasta ahora, los vecinos de las mediaciones del número 200 de Consell de Cent, el escenario del crimen.

Matan a un hombre de un tiro en la cabeza en pleno centro de Barcelona

La tarde del martes 15 de julio, un hombre fue asesinado por la espalda después de recibir un total de cuatro tiros: tres en la zona del tórax y uno en la cabeza. Por el momento, no hay detenidos.

Son muchos los transeúntes que, tras retirarse el cordón policial, se detienen en el portal, sorprendidos por el cristal roto fruto de uno de los disparos. En el lugar de los hechos, los agentes localizaron hasta ocho casquillos de bala, algunos de ellos en el exterior del rellano.  

Portal de la calle Consell de Cent donde han sucedido los hechos GALA ESPÍN

Un “crimen perfecto”

Parece el “crimen perfecto”. Una ejecución que ha dejado a todo un barrio consternado y reclamando respuestas ante una primera hipótesis que apunta a un ajuste de cuentas.

Por el momento, los Mossos d’Esquadra solo tienen identificado a la víctima, un hombre de nacionalidad española de entre 30 y 40 años que, según ha podido saber Metrópoli, vivía de alquiler y presuntamente solo en la cuarta planta del edificio. El piso, el cuarto segundo, ha sido precintado por la policía.

Interior del portal de la calle Consell de Cent donde han sucedido los hechos Metrópoli Abierta

Sin rastro del pistolero

Los Mossos han abierto una investigación, que está bajo secreto de sumario. Desde que recibieron el aviso ayer sobre las 16:25 horas, tal como avanzó en exclusiva este digital, no han dejado de buscar al pistolero, que huyó sin dejar rastro.

Nadie lo vio, tampoco los vecinos o los comerciantes de la zona con los que ha hablado este medio. “Debió de disparar con un silenciador, porque no escuchamos nada”, explican los propietarios de Tokobongo, una tienda de instrumentos de percusión que se encuentra justo al lado.

Tampoco se enteraron de nada los dueños de Aclam Club, que pese a estar justo en frente del escenario del crimen, aseguran no haber visto ni oído nada. “Nos enteramos cuando vimos llegar a la policía”, expresa una mujer a este digital. “Los agentes nos han pedido las cámaras de seguridad, pero nosotros no hemos podido ver las imágenes”, añade.

Piso precintado de la calle Consell de Cent donde han sucedido los hechos Metrópoli Abierta

“Más droga en el barrio”

“Nunca había ocurrido nada igual en esta zona, todos estamos asustados”, expresa una señora a este medio. “Seguro que ha sido por un ajuste de cuentas, desde hace un tiempo por aquí se mueve droga”, añade.

No es la única en hacer esta apreciación: otros residentes también apuntan a esta problemática, “creciente” en el barrio en los últimos años.

Mientras hablamos con los vecinos, un trabajador de mantenimiento sale del portal. Se dedica a reparar y a limpiar pisos turísticos y se acaba de enterar de lo ocurrido. No da crédito. “El tercero se alquila a turistas, que es donde vengo a trabajar”, apunta. “Siempre que he venido no me he encontrado nada raro”, precisa. 

Registro en el edificio

Para comprobar que el autor de los disparos no estuviera todavía en el interior del edificio, agentes de la ARRO de los Mossos revisaron uno por uno los pisos del edificio. También el ascensor, con visibles restos del polvo blanco que utiliza la policía para buscar huellas dactilares.

Cuando el juez llegó al lugar de los hechos, y para poder recoger pruebas para la investigación, los Mossos accedieron al piso de la cuarta planta, buscando indicios para esclarecer la motivación del crimen.

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