Concentración de patrullas policiales en el barrio de Sant Roc de Badalona
Encuentran a un joven italiano muerto en un hotel del Eixample de Barcelona
La teoría que cobra más sentido es que la víctima, fruto de un acto accidental, se habría precipitado al vacío, aunque la policía mantiene judicializado el caso para esclarecer los hechos y verificarlos
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Los Mossos d'Esquadra investigan una de las muertes más confusas de los últimos tiempos. Se trata del fallecimiento de Rocco Amato, un joven italiano de 29 años cuyo cuerpo sin vida fue hallado el pasado domingo 23 de noviembre.
Los agentes trabajan ahora para esclarecer las causas de lo sucedido aunque, según confirman fuentes policiales a Metrópoli, "todo apunta a un hecho accidental sin indicios de criminalidad".
La hipótesis que cobra más fuerza es que Amato, fruto de una acción imprevista, se precipitó al vacío desde el tercer piso de un hotel del Eixample. Pese a esto, el caso se ha entregado a la autoridad judicial para descartar otros posibles motivos de la muerte.
Desplazamiento del cadáver
Aunque la teoría que más peso tiene sostiene que Amato se encontraba completamente solo en la habitación del hotel en el momento de lanzarse, los mossos también investigan el motivo de la caída.
La prensa italiana informa que se está analizando también el posible desplazamiento inmediato del cadáver tras tocar el suelo, lo que aumenta aún más la confusión sobre lo ocurrido.
En este escenario, la policía catalana se ha puesto en contacto con la familia del fallecido y se mantiene abierta la investigación, para confirmar si, efectivamente, la teoría de la caída es cierta e indagar las circunstancias de esta.
Un agente de los Mossos d'Esquadra
Así, también se descartarían otras posibles versiones relacionadas con el presunto desplazamiento, que algunos asocian con un tropiezo por la calle en vez de por el salto desde el tercer piso del hotel, aunque los agentes no contemplan esta posibilidad.
Desaparecido durante cuatro días
Rocco Amato llevaba cuatro días desaparecido, según informa la prensa italiana. El italiano, originario de Francolise, en la provincia de Caserta, hacía dos años que se había mudado a Barcelona.
Hace menos de una semana que sus familiares y personas del entorno dejaron de obtener señales de vida por su parte, y su teléfono móvil permanecía apagado.
